Previo a iniciar con esta colaboración semanal, quiero expresar mi más sincera felicitación a la Universidad del Valle de Tlaxcala; a su Rector Miguel García Méndez Salazar, al personal administrativo, docentes y comunidad estudiantil, por 27 años de vida de esta universidad.
Mi reconocimiento y admiración por su calidad educativa y compromiso con los apizaquenses.
La mano izquierda de Anabell
¿Tan lejos está de ser la preferida del gobernador, que pretendería participar como candidata a gobernadora por el PRD, cuando es claro que el instituto político no vive su mejor momento?
Alguna vez la escuché decir una máxima de los políticos contemporáneos: “la política es de tiempos y circunstancias”. ¿Es este el tiempo de Anabell? ¿Es esta la circunstancia del PRD?
No sería la primera vez que un aspirante amagara a su partido con renunciar a sus filas, por no obtener una candidatura; lo hizo don Héctor Ortiz, cuando despachaba desde el mismo escritorio de la hoy alcaldesa, pero -eso sí- con abismales diferencias: tiempos y circunstancias, pues…
El ex gobernador se fue a un partido que venía de un tremendo auge en el año 2000, donde después de más de 70 años, el PAN lograba sacar al PRI del Palacio Nacional.
Hoy, la circunstancia del PRD es muy lejana a la de aquel inicio de milenio, y más distante aún de sus mejores tiempos con Alfonso Sánchez Anaya como gobernador del estado.
Antes de especular, mejor preguntar
¿Está dispuesta a renunciar al PRI para mudarse al PRD?
Esa es la primera pregunta que se debe responder, ante una competencia decidida por la máxima magistratura del estado. A ese nivel la tibieza se convierte en la peor enemiga.
No hablamos de un tema menor, se trata de dejar atrás décadas de militancia, y con ellas, a lo que queda de la estructura gubernamental que respira sus últimos días en palacio de gobierno.
En tanto no se separe del instituto político que le ha dado carrera, y decida francamente participar desde otra fuerza, Anabell seguirá siendo sólo un cúmulo de especulaciones y apuestas políticas, sin mayor operación que la aparición oportuna en medios de comunicación. En resumen: “mucho ruido, pocas nueces”.
Agradezco el favor de su lectura.