La Bestia Política

La improvisación de cuarta

Ayer durante la marcha del 8 de marzo, vimos el retrato fiel del gobierno que encabeza Lorena Cuéllar: sin estrategia, indiferente y plagada de acciones improvisadas, que en más de una ocasión la han dejado mal parada ante la opinión pública.

¿Quién le vendió la idea de que una simples mamparas, utilizadas para los bailes sonideros, podrían funcionar para contener la manifestación del día internacional de la mujer? ¿En qué momento la Secretaría General de Gobierno se enteró de los supuestos grupos de infiltrados, que habrían ingresado de otros estados para amedrentar la marcha? ¿Por qué no hicieron nada para prevenir?

Tenemos un gobierno que demostró su incapacidad para defender un edificio, ¿qué resultado podemos esperar entonces, de la protección para las y los tlaxcaltecas?

Mientras los muros eran derribados en un palacio envuelto en plástico, la gobernadora estaba en un acto “muy feminista” aplaudiendo a un presidente que ha sido incapaz de escuchar a las víctimas.

La intervención tardía de los elementos antimotines y el uso de la fuerza pública, fue una respuesta poco estratégica de quien está extraviado en un encargo que le quedó demasiado grande.

Quizá las miles de mujeres que se manifestaron libremente en la capital del estado, esperaban una respuesta más empática, de quien es, hasta ahora, la segunda mujer gobernadora de Tlaxcala, en contraste, encontraron el “blindaje” del palacio y la incapacidad de la autoridad para evitar los destrozos y la trifulca.

Lo cierto es que mientras la gobernadora continúe viviendo en esa esfera de plástico, jamás podrá ver la realidad de lo que está ocurriendo en el estado, al confiar en manos equivocadas, las áreas de mayor relevancia para cualquier gobierno.