La Bestia Política

El danzón de las encuestas en Tlaxcala

Es un clásico que conforme se acerca un proceso electoral, inicie el “calentamiento” de la arena política, entre los aspirantes a algún cargo de elección popular.

Parte del ritual -casi sagrado- de los periodos previos a iniciar una contienda, se encuentra la aparición de las encuestas, de todo tipo: digitales, en redes sociales, casa por casa y claro, las patito. Éstas últimas, sin ningún fin estratégico, sólo sirven para elevar el ego y construir gigantes de papel.

Traigo a colación este tema, porque la semana pasada Massive Caller, una casa encuestadora, publicó un estudio donde aparece con 16 puntos porcentuales la aspirante huamantleca Dulce SIlva. Casi por arte de magia, en tan solo tres semanas y con un estado que supera el millón de habitantes, se logró colocar en el sitio, gracias a…

… bueno, no importa gracias a que, lo cierto es que los número de aquella encuesta colocan a los menos conocidos como los más reconocidos.

¿Qué mide la encuesta?

 

Según la primera lámina del estudio, se miden dos variables: intención de voto y careo entre aspirantes. Sobre la vitrina metodológica, sólo sabemos que fueron encuestadas personas de 18 años en adelante a través de una encuesta telefónica en el estado de Tlaxcala.

Según esto, se realizaron 1000 llamadas telefónicas, con lo cual arrojaría un +/- 3.4 de margen de error, pero. ¿cuántas fueron realizadas por municipio? ¿hay una metodología para el levantamiento de la muestra? ¿llamaron a número fijos o celulares?

No peco de purista, si estos elementos no son claros en una encuesta, la metodología sería incorrecta, vamos, casi falsa. La lectura que le estamos dando quizá no es la correcta, porque en estricto sentido, no mediría la intención de voto en el estado de Tlaxcala, sino que mediría la intención de voto de las y los tlaxcaltecas que tienen teléfono en casa y respondieron la encuesta.

¿Cuál es la diferencia?  que hay al menos 300 mil jóvenes que votarán en la próxima elección en Tlaxcala y a los que, dudo mucho, hayan podido encontrar en casa para realizar una encuesta telefónica, debido a razones lógicas: trabajo u ocupaciones fuera del hogar, ya no digamos el cambio de hábitos de consumo, de personas de 18 a 34, que son los últimos que contratarían un servicio de telefonía fija. Hoy, este segmento está contratando solamente paquetes de internet y plataformas de entretenimiento.

¿Y si fuera por celular?

 

Créame, es un verdadero problema identificar los números telefónicos de celulares en Tlaxcala, y no me refiero a claves como 246 ó 241, el problema se enfrenta en el sur del estado, donde prácticamente de Tepeyanco hasta Puebla, la lada es 222, la misma del vecino estado de Puebla. ¿Y qué decir del poniente? donde la lada de Calpulalpan se mezcla con el Estado de México.

¿Entonces es encuesta patito?

 

La falta de datos respecto de la metodología de la obtención de la información nos da a pensar muchas cosas. En “estrategia política” hay quien le apuesta a aparecer en los primeros lugares de los estudios demoscópicos de procedencia dudosa, y basan sobre ellos los razonamientos para nombramiento de candidatos. ¡Nada más falso!

Sólo quisiera recordarle, estimado lector, que el hoy gobernador Marco Mena ni siquiera figuraba a estas alturas del partido en ninguna encuesta, es más, llegó al día uno de la elección con sólo el 5% de conocimiento, así que no, nada está dicho y nada está consumado.

Mientras hay quienes ya se sienten gobernadoras y gobernadores, lo cierto es que el tiempo puede ser el mejor aliado o el peor enemigo de un político, cuando no entiende qué hacer y para qué funciona tan valioso regalo.

Agradezco mucho el favor de su lectura.