A mi querido pueblo de México:
Antes de comenzar esta carta quiero disculparme con los lectores de La Bestia Política por no haber publicado la epístola correspondiente a la semana pasada debido a mi apretada agenda, evitaremos en la medida de lo posible estas interrupciones. Sin embargo, lo acontecido la noche del viernes pasado en el Instituto Nacional Electoral (INE) ha coronado el inicio de esta semana.
En efecto, la negativa resuelta por el INE para proceder con el registro de México Libre como partido político, es el tema del momento y ha despertado diversos análisis con distintos puntos de vista. Para el caso particular de esta carta quiero compartir con ustedes lo siguiente:
¿Cuántos partidos políticos se necesitan para validar el paradigma de la democracia en México? Algunos dirían que los necesarios, sin embargo, a nivel nacional ya existen 7 partidos con registro ¿En verdad sería necesario otro más?
Siguiendo un argumento de análisis empírico de la realidad actual, lo ideal sería que no se permitiera la creación de nuevos partidos políticos bajo el esquema de financiamiento actual, donde año con año reciben una proporción de dinero público, haciendo que resulte relevante e imperativo que exista una reforma constitucional que reivindique de una vez por todas ese dinero de la sociedad mexicana en temas de primera necesidad como la obtención de un sistema de salud digno, que otorgue la posibilidad de una atención médica justa para la población y que represente para los trabajadores de la salud una excelente oportunidad de ejercicio profesional.
Así las cosas, el tema de la negativa del registro de México Libre vuelve a poner en la palestra el hecho de que no son necesarios nuevos partidos políticos en nuestro país, ni mucho menos, es viable que sigan financiándose con recursos públicos; en otras palabras, cada partido debería buscar la forma de cómo obtener su financiamiento lícito. Ese si es un lastre, al menos para el desarrollo del país, si se busca una nueva forma de ingreso económico a los partidos, quizás se abriría la puerta para nuevos liderazgos en los institutos políticos ya existentes.
Ahora bien, el caso que analizamos tiene otra arista cuyo contexto diverge del tema del financiamiento; me refiero a la legalidad de las resoluciones del INE. Es preocupante para la integridad del Instituto Nacional Electoral, que, a pesar de los efectos de la resolución que impiden el registro del partido del expresidente Calderón, la decisión carece de sustento jurídico y prácticamente se fundamenta en el criterio de los consejeros que votaron en contra, aspecto que si lo contraponemos con la declaración del presidente López Obrador del sábado pasado, valida nuestro análisis en el sentido de que la resolución del INE se gestó desde Palacio Nacional ¡es evidente! No se necesita más explicación, pero si es un signo de alarma el hecho de que el Instituto haya sucumbido a los designios del presidente. No cabe duda de que el INE como órgano constitucional autónomo tiene que combatir el embate mediático del jefe del Ejecutivo Federal a cambio de conceder de vez en vez en algunos de sus caprichos. Sea como sea el INE ha utilizado como moneda de cambio esta resolución, veamos si no le sale más caro en el futuro.
Ante este inicio de semana un tanto relajado no me resta más que agradecer su atenta lectura e invitarles a que me sigan en mi nuevo espacio que se denominará “cartas al pueblo de Tlaxcala”, donde analizaremos los aspectos políticos de nuestra entidad; como adelanto, les comparto que el PAN quiere darse un agarrón político con MORENA en el zócalo de Tlaxcala el próximo 13 de septiembre, ya veremos si se arman los trancazos… políticos, desde luego.