El saldo de la pandemia por coronavirus es multifactorial, no se puede ver exclusivamente como un asunto de salud pública; las consecuencias vendrán en cascada en materia de economía, seguridad y educación pública, ésta última, una de las que menos se ha hablado y en las que más se debe enfocar la creación de políticas públicas.
No basta con preocuparnos y pronunciarnos sobre el tema, se requieren tomar acciones contundentes para evitar que continúe creciendo la brecha de desigualdad en nuestro país.
Por eso, la semana pasada presenté un punto de acuerdo ante la cámara de diputados, para crear una Beca Única Universal, que garantice que las niñas, niños y jóvenes, permanezcan en las instituciones educativas, para concretar sus estudios.
Si bien es cierto que nuestro país tiene un número importante de becas otorgadas por los gobiernos estatales y federal, también es cierto que no existe ninguna beca que cubra al cien por ciento a las y los estudiantes de México.
La Beca Única Universal tiene la finalidad de asignar recursos para todas y todos los estudiantes mexicanos, sobre todo en esta época en la que miles de familias han perdido a sus padres o tutores a causa de la pandemia, situación que podría ser factor de deserción escolar en todos los niveles.
Hasta hoy, la secretaría de educación pública informó que se registró un 10% en el rezago educativo de educación básica, mientras que a nivel superior se alcanzó hasta un 8%.
La economía será otro importante factor que jugará en contra de la permanencia de niñas, niños y jóvenes en sus centros escolares, pues tras la pérdida de al menos 15 millones de empleos durante 2020, según cifras del INEGI, serán miles las y los estudiantes que dejarán de asistir a escuelas privadas; incluso, muchos de ellos abandonarán por completo sus estudios.
No basta con que la educación sea un derecho consagrado en la constitución, se requiere estimular con medidas emergentes que contribuyan para evitar el abandono de las aulas.
Esta beca, que sería otorgada a todas y todos quienes estén estudiando, no haría diferencia entre quienes asisten a las escuelas públicas y privadas, pues se trata de una propuesta integral para garantizar que las y los estudiantes continúen con su formación.
Desde este espacio, hago un respetuoso llamado a mis compañeras y compañeros legisladores de todos los grupos parlamentarios, para respaldar esta propuesta que funcionaría, además, como medida contracíclica para reactivar la economía mexicana.