El reciente nombrado Secretario de Seguridad Ciudadana Ramón Celaya Gamboa mostró en sus credenciales que era técnico, pero en las últimas semanas se pasó al bando de los rudos.
Lo cierto es que hay confusión en los mensajes que lanza el citado funcionario con los últimos eventos registrados en Tlaxcala, como fue la manifestación del pasado ocho de marzo y el rescate de presuntos delincuentes en el municipio de Zacatelco, parece que define el rostro del gobierno de la 4T, el cual será el de los gases y balazos.
Es cierto, no queremos un gobierno débil, pero la narrativa del diálogo ha pasado a un segundo término con Celaya Gamboa.
No se justifican las decenas de piedras lanzadas a los vidrios de Palacio de Gobierno el pasado ocho de marzo en la marcha de las mujeres ante el muro de acero que costó cuatro millones de pesos, pero lo que cimbró fue el lanzamiento de bombas de gas lacrimógeno, y para cerrar con broche de oro el ridículo del camión blindado que intentó dispersar con chorros de agua a las manifestantes, y que le costó notas nacionales negativas.
El caso más fresco fue el pasado sábado cuando uno de sus escoltas, vestido de civil, hizo disparos de forma temeraria al aire luego que Celaya recibió, al parecer, un golpe en la espalda. Nuevamente las granadas fueron las protagonistas de la noche.
No se puede soslayar que hubiera sido peor que la 4T tuviera que cargar con uno o dos muertos más por linchamientos, pues los habitantes del sur estaban ávidos de venganza y de sangre.
Sin embargo, hay muchas dudas e interrogantes en cuanto a si funcionó el Protocolo de actuación policial para prevenir y atender casos de linchamientos en el estado de Tlaxcala, en el rescate de presuntos delincuentes en Zacatelco.
¿Se cumplieron con los parámetros de los anillos de seguridad?
Se supone que se ocupó el segundo anillo que prevé que dentro de él hubo personal con equipo antimotín, los cuales emplearon los niveles 3 y 4 del uso de la fuerza conforme lo establecido en las fracciones III y IV del artículo 11 de la Ley Nacional Sobre el uso de la Fuerza, con la finalidad de extraer a la o las personas retenidas.
Cuando por algún motivo no se haya podido llegar a un acuerdo con la multitud y se encuentre en peligro la integridad de la o las personas debieron ubicarse a una distancia aproximadamente de 50 a 60 metros de donde se encontraba la multitud y luego tuvieron que haber realizado la extracción de la o las personas retenidas mediante las técnicas y tácticas policiales (cuáles).
Luego este anillo establece que tuvieron que haber usado armas incapacitantes menos letales, y ahí el tema del disparo del escolta de Celaya, habría que ver si rompió acaso ese principio, pues la pistola es un arma letal y puede provocar la muerte.
Hay una máxima que todo lo que sube tiende a caer. ¿Qué hubiera pasado si los disparos al aire le hubieran dado a una persona?
Llamó la atención que el que disparó al menos seis tiros estaba vestido de civil y no de policía.
La SSC ha sido el dolor de cabeza de la gobernadora Lorena Cuéllar, luego que el primer titular Alfredo Álvarez Valenzuela huyó por la puerta de atrás o en la cajuela de un automóvil, y el militar Raúl Ruiz García con más pena que gloria.
Hoy, Ramón Celaya Gamboa podrá presumirle que los resultados hablan por sí solos, con un Palacio de Gobierno sin ser rayado, solo con algunos vidrios rotos, y que ya no hubo otro linchamiento.
Empero, habrá qué preguntarle a los tlaxcaltecas si votaron por un cambio con balazos y bombas de gas lacrimógeno, y no por el discurso de la reconciliación de abrazos, no balazos.
¿Será que la política de seguridad en Tlaxcala y la estrategia es generar miedo y no respeto a las instituciones.
O al revés, una política de seguridad de miedo y no de respeto a las instituciones. ¿Será el mejor camino para eliminar la violencia, combatir o delincuencia y lograr la paz social?
Finalmente, el Secretario de Seguridad se irá, pero los que son tlaxcaltecas como la mandataria y mayor parte de su gabinete se quedarán a vivir en este estado.
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La caminera...¿Vacío o estrategia? Hasta el momento no hay una información oficial sobre la detención y puesta a disposición de los dos presuntos asaltantes rescatados de una turba de pobladores el pasado sábado en el municipio de Zacatelco. Lo que si hay son algunas notas informativas que afirman que ya gozan de su libertad, por la puesta a disposición ante el Ministerio Público «fuera de tiempo».
Información obtenida a cuentagotas por este medio, confirma que si hay dos detenidos en la Procuraduria General de Justicia del Estado, y que sí existe una denuncia en su contra del agraviado, pero pese a que se ha solicitado una postura oficial, no hay nada.
El boletín de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) señaló que activó el Protocolo de Actuación Policial para Prevenir y Atender Casos de Linchamientos en el Estado de Tlaxcala para rescatar a nueve personas que eran amenazadas con ser golpeadas y quemadas vivas por una turba en el municipio de Zacatelco.
De acuerdo al protocolo, se intentó entablar diálogo con los pobladores; sin embargo, la actitud violenta impidió continuar con esta acción, ya que algunos de ellos, se encontraban en estado de ebriedad, amenazaban con quemarlos vivos, incluso, otros golpearon con piedras y tubos a los elementos policiacos, por lo que se procedió a utilizar gases lacrimógenos y disparos disuasivos al aire.
Fue así que se rescató a los masculinos, cuatro menores de edad, dos de ellos, de tres y siete años. Asimismo, fueron puestos a disposición las dos personas señaladas directamente por robo, para continuar con las indagatorias que finquen o deslinden responsabilidades.
Empero, no hay la certeza de que si están detenidos o ya fueron liberados, mientras el teléfono descompuesto hace de las suyas.
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Ahora sí, la última y nos vamos…De regreso…El Chakaleando está de vuelta y no se pueden perder las críticas al alcalde morenista de Contla y las respuestas con humor de Eddy Roldán.
De igual forma los diputados que llegan por las siglas de un partido y se enamoran de otros, y si no, pregúntenle al presidente estatal del PRD con sus dos legisladores Ever Alejandro Campech Avelar y Manuel Cambrón.