Dice el refrán que «Cuando las barbas de tu vecino veas cortar, pon las tuyas a remojar”, lo que viene a significar que si ves que algo acontece a tu alrededor, lo mismo te puede pasar a ti, así que debes estar preparado o tratar de evitarlo para que no te pille por sorpresa.
Y eso le queda como anillo al dedo al Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tlaxcala, luego que este domingo el Partido Revolucionario Institucional (PRI), arrasó en la elección para renovar el Congreso de Coahuila, donde se llevó «carro completo» en los 16 distritos en disputa, de acuerdo con el Programa de Resultados Electorales Preliminares para esos comicios.
Mientras que en Hidalgo el tricolor tenía una tendencia favorable en la mayoría de los municipios, pero sostenía una cerrada batalla con Morena y sus aliados en las localidades más pobladas, como Pachuca, Tulancingo de Bravo y Mineral de la Reforma.
Recordar que fue el estado de Puebla, donde Morena con Miguel Barbosa pudo ganar con la suma de votos de sus aliados, pues solo como partido perdía ante el PAN.
Ahora en Tlaxcala vendrán ocho meses para que el partido en el poder a nivel federal vaya a las urnas, donde los ciudadanos le dieron su voto de confianza a Andrés Manuel López Obrador y fue la segunda entidad que más sufragios les dio.
Sin embargo, ahora parece que el escenario es diferente y hablar de que Morena arrase en las urnas está lejos de la realidad.
Primero, Andrés Manuel López no aparecerá en la boleta electoral.
Segundo, en la entidad el canibalismo de sus cartas principales está a la orden del día y decididos a descarrilarse entre ellos.
Si Lorena Cuellar es ungida como candidata de este partido como candidata a la gubernatura, luego que las encuestas las ubican con ventaja, sus adversarios internos seguramente no irán con ella.
Si cualquiera de los tres, Joel Molina, Dulce Silva y Ana LIlia Rivera, sale el abanderado al poder ejecutivo local, Lorena Cuellar agarraría sus canicas y se iría a otro partido.
A eso, súmele todo los escándalos de corrupción y mal manejo de imagen de los diputados locales de Morena.-
Laconfianza de los tlaxcaltecas debería de evaluarse. Al tiempo.
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La caminera.. Usted es mi pastor y nada me faltará. Vaya que algo le pasa a quien se dice es el líder del PRI en Tlaxcala.
En la semana se dio la salida de Jorge Maximino Castillo Macías, representante del Partido Revolucionario Institucional (PRI) ante el consejo general del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), quien renunció a la representación del partido y a su militancia de 15 años en el partido.
El hecho no tendría nada de raro, en las bajas y altas de los partidos.
Lu curioso es que Castillo Macías era uno de los hombres de mayor confianza del doctor Noé Rodríguez Roldán, y tenía más de 15 años a su lado, y decidió irse a un dulce proyecto.
Antes, el actual vocero del senador Joel Molina, también decidió abandonar al oriundo de Calpulalalpan.
¿Qué pasó mi doctor?, Así quiere ser candidato de una mega alianza, si no puede controlar a los suyos.
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Ahora, sí, la última y nos vamos…¿Será verdad que un rector de una universidad que trabaja para el gobierno del PRI en Tlaxcala, ya se fue a poner a la orden de la morenista Lorena Cuellar Cisneros? Otra pista. Es sobrino de una mujer poderosa en el tricolor.
¿Sabrán algo por los rumbos de una universidad entre ubicada entre Zacatelco y Tepeyanco.