La Bestia Política

Se pudo prevenir (?)

Se pudo prevenir (?)

La explosión en Xalostoc nos ha golpeado con la crudeza de la realidad. La pérdida de vidas humanas en un lugar de trabajo nos recuerda que la seguridad industrial no es un tema que se deba tratar solo en documentos y discursos. Es una responsabilidad que se traduce en acciones concretas, en una vigilancia constante y en un compromiso real por proteger la vida de los trabajadores.

Las autoridades de Protección Civil y la Secretaría de Trabajo y Competitividad tienen un deber fundamental: garantizar que las empresas cumplan con las normas de seguridad. Esto implica ir más allá de la burocracia, realizando inspecciones periódicas que no solo revisen papeles, sino que también examinen las instalaciones, los equipos y los procedimientos de trabajo.

La tragedia de Xalostoc nos muestra que la omisión en la vigilancia de la seguridad industrial tiene consecuencias fatales. No podemos permitir que la seguridad sea un tema que se aborde solo cuando ocurre una tragedia.

Es necesario que las autoridades asuman su responsabilidad y pongan en marcha mecanismos de control efectivos. La seguridad industrial no puede ser un tema de «si se puede, se hace». Es una obligación que exige una actuación proactiva, una vigilancia constante y un compromiso real por proteger la vida de los trabajadores.

Es momento de que las autoridades se responsabilicen y se aseguren de que la seguridad industrial no sea un tema que se trate solo en papeles, sino que se traduzca en acciones concretas que protejan la vida de los trabajadores.