JeSerch Mejía/ La cancelación de la participación de los estudiantes del CBTIS 03 de Tlaxcala en los Juegos Nacionales de los CBTIS, programados del 25 al 29 de noviembre en Chihuahua, ha causado gran indignación entre padres de familia, estudiantes y la comunidad educativa del estado.
Los Juegos Estatales, que se celebraron entre el 13 y el 15 de noviembre, fueron una plataforma importante para que los jóvenes demostraran su talento en disciplinas como básquetbol, voleibol, fútbol y ajedrez. En este evento, el CBTIS 03, junto con otras instituciones de Tlaxcala como los planteles de Huamantla y Calpulalpan, brillaron en varias categorías, lo que despertó la esperanza de que los equipos clasificados tuvieran la oportunidad de competir a nivel nacional.
Sin embargo, en lugar de celebrar los logros de los estudiantes, la Dirección General de Educación Tecnológica Industrial (DGETI) de Tlaxcala guardó silencio sobre la participación en la etapa nacional. No fue sino hasta el 22 de noviembre, solo tres días antes de que comenzara la jornada, cuando los entrenadores informaron a los equipos del CBTIS 03 que no asistirían a la competencia en Chihuahua. La razón: “cuestiones de seguridad” y la lejanía del evento.
La noticia generó una ola de indignación en la comunidad. Padres de familia y deportistas expresaron su frustración al sentirse despojados de una oportunidad que había sido el resultado de meses de esfuerzo y dedicación. La decisión tomada a última hora no solo minimizó el trabajo de los estudiantes, sino que también dejó claro el vacío de comunicación oficial sobre el motivo de la cancelación. Los padres exigen saber quién tomó la decisión y por qué no se dio una explicación clara y transparente sobre este tema.
Además, la situación se torna aún más desconcertante cuando se observa que delegaciones de otros estados, como Puebla, Ciudad de México, Veracruz, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo, sí participaron en el evento, como lo evidencian publicaciones en redes sociales.
Este giro de los acontecimientos ha dejado serias interrogantes sobre la gestión de los programas deportivos en Tlaxcala, así como la responsabilidad de las autoridades educativas locales en la defensa de las oportunidades para los estudiantes. La cancelación plantea un escenario confuso y genera dudas sobre el manejo de los recursos y las prioridades dentro del sistema educativo en el estado.
Para los jóvenes deportistas, este revés no solo es una oportunidad perdida, sino también una lección amarga sobre la falta de apoyo institucional. Mientras tanto, la comunidad de Tlaxcala sigue exigiendo una respuesta clara y justificada sobre este asunto, y un compromiso firme para que situaciones como esta no se repitan en el futuro.
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