La Bestia Política

El Bestiario: El tablero político en Tlaxcala. Sheinbaum movió el avispero.

El 2027 se perfila como una batalla política digna de un bestiario: cada actor, con su estilo y ambiciones, está librando una lucha feroz por un lugar en el tablero. Conforme se acerca el proceso de sucesión, las apariciones públicas y los respaldos visibles se han convertido en el pan de cada día. Tlaxcala no es la excepción. Aquí, cada movimiento cuenta, y la reciente visita de la presidenta Claudia Sheinbaum encendió un avispero que habrá que observar con atención.

La presencia de Sheinbaum no pasó desapercibida, y no solo por su peso como mandataria federal. La visita se transformó en un termómetro político que expuso alianzas, tensiones y aspiraciones. Aunque algunos interpretaron como desdén el hecho de que Tlaxcala quedara relegada al final de su agenda en 2024, la visita demostró que los gestos también comunican más que mil palabras.

Claudia Sheinbaum mandó mensajes entrelíneas, y si algo nos enseñó, es que la política no solo se juega en los discursos, sino también en los silencios, las actitudes y hasta en los abrazos. La frase «todo comunica» cobró un nuevo significado. En Tlaxcala, no solo se escucharon sus palabras, también se leyeron sus gestos: desde cómo se movía entre la multitud hasta con quién se detenía a platicar.

En este juego de señales, la ausencia del alcalde capitalino Alfonso Sánchez García fue un estruendo en sí misma. Mientras todos los aspirantes a suceder a la gobernadora Lorena Cuéllar se apresuraban por la foto del abrazo presidencial, él destacó por su ausencia. Este gesto pareciera confirmar que él es la carta más fuerte del Lorenismo, ¿pero será suficiente apostar al silencio?

Del otro lado, el saludo efusivo de la presidenta a Marcela González, dirigente estatal de Morena Tlaxcala, fue un punto de quiebre. «¡Ahora andas en el partido!», le dijo Sheinbaum con una sonrisa cómplice, acompañada de dos abrazos que no pasaron desapercibidos. La relación entre ambas viene de años atrás, cuando Sheinbaum era jefa de Gobierno de la Ciudad de México. En un contexto donde las relaciones personales también pesan, este gesto podría ser un aviso del peso que González podría tener en la sucesión.

En la otra esquina del tablero, el senador suplente Luis Vargas González tampoco perdió la oportunidad de saludar a la presidenta. Su activismo y conexiones a nivel federal lo colocan como una figura a observar. Sin embargo, la imagen de Vargas estrechando la mano de Sheinbaum no solo es un gesto de cortesía, es un grito de intención: consolidar su posición en la contienda interna y proyectar su fuerza política. Pero, ¿logrará que el ruido de su campaña sea lo suficientemente fuerte como para competir con los peces más gordos del estanque morenista?

Los senadores Ana Lilia Rivera Rivera y José Antonio Álvarez Lima también buscaron su lugar bajo los reflectores. Aunque el segundo tiene un pie dentro de la burbuja presidencial, el gesto de mandar una foto saludando a la presidenta desde atrás de las gradas termina por enviar un mensaje ambiguo. ¿Cercanía o distancia? En política, todo se magnifica y, a veces, las imágenes dicen más que los discursos. Aunque no se puede minimizar el juego y relaciones de la oriunda de Calpulalpan.

Nadie puede dar por muerta a la propia empresaria huamantleca, Dulce Silva, quien sabe acomodarse en el juego del poder, y también es bien vista por la presidenta.

Y como no hay bestiario completo sin otros aspirantes, también estuvieron presentes Carlos Augusto Pérez Hernández y Raymundo Vázquez Conchas, el ex dirigente estatal de Morena y el diputado federal, respectivamente. Ambos hicieron lo propio al estrechar la mano presidencial, pero ¿será esto suficiente para subirse a la montaña rusa electoral de 2027? El tiempo dirá si su estrategia fue acertada o si solo fueron parte del decorado político.

El tablero político en Tlaxcala está más activo que nunca, y mientras algunos se posicionan con pasos calculados, otros parecen jugar al despiste. Pero una cosa es clara: en este juego de poder, hasta el más mínimo movimiento puede cambiar el rumbo de la historia.

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LA CAMINERA...Del plato a la sopa…Decir que alguien tiene amarrada la candidatura para el 2027 sería, cuando menos, arriesgado. Conforme se acerca el proceso de sucesión, las apariciones públicas y los respaldos visibles se han convertido en el pan de cada día. Tlaxcala no es la excepción. Aquí, cada movimiento cuenta, pero como dice el refrán, «del plato a la boca, se cae la sopa». Nada está asegurado en este juego de poder.

La lucha es clara y abierta entre dos bandos: el Lorenismo y el Riverismo. Cada grupo mueve sus piezas con cautela, buscando consolidar aliados, posicionar a sus cuadros y, sobre todo, controlar la narrativa. Pero las cartas ya están echadas, y quien logre mantenerse arriba en las encuestas dentro de tres años tendrá una ventaja significativa. Claro, todo dependerá también de otro factor decisivo: el género. Si la decisión recae en una mujer o un hombre podría inclinar la balanza de forma definitiva.

Los nombres ya están sobre la mesa, y las estrategias están en marcha. Pero este no es un juego limpio ni mucho menos predecible. En este tablero, la regla parece ser que «quien tenga más saliva, traga más pinole». Los recursos, las conexiones y la habilidad para maniobrar en un entorno político tan competitivo serán determinantes.

A eso, súmele a otros que vayan surgiendo.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...¡Cuando el rio suena!  Aún no acababa diciembre, y ya comenzaba a gestarse lo que parece ser un nuevo escándalo legal para la administración lorenista en Tlaxcala. Las baterías apuntan hacia un funcionario de primer nivel, y el ruido que se escucha no es casualidad.

Recordemos que en 2021, el primer secretario de Seguridad Ciudadana del gobierno de Lorena Cuéllar, Alfredo Álvarez Valenzuela, tuvo que fugarse de la justicia federal para evitar ser detenido por varias órdenes de aprehensión en su contra.  El caso dejó una marca en la administración lorenista, y ahora las alarmas vuelven a encenderse. Si algo nos enseña la historia política en Tlaxcala, es que los escándalos no llegan solos, y lo que hoy parece un rumor puede convertirse mañana en una realidad mediática y judicial de grandes proporciones.

¿Quién es el nuevo protagonista? Aún no lo sabemos con certeza, pero como dice el refrán: «cuando el río suena, agua lleva».

Más aún, hay quienes dicen que este nuevo episodio podría ser solo la punta del iceberg en una administración que parece tambalearse entre las promesas de cambio y las sombras de su propio equipo.

Y, como reza otro sabio dicho popular: «veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar». Este mensaje no solo es para el funcionario en la mira, sino también para todo aquel que crea que la impunidad es el refugio seguro de los poderosos.

Habremos de esperar para conocer los detalles, pero algo está claro: en Tlaxcala, el río político está sonando con fuerza, y los que hoy pasan desapercibidos podrían estar en el ojo del huracán mañana.