La Bestia Política

El Arca…»Silencio, evasión y desinformación: el desconcierto de la comunicación en Tlaxcala»

Raudo y veloz.

El reciente caso del supuesto convoy de autos blindados que bajaba de la Malinche en Tlaxcala, y que resultó ser un error de ubicación, ha puesto en el ojo del huracán la comunicación del gobierno estatal. ¡Qué sorpresa! ¿Acaso no se esperaba que la gente se preguntara qué pasaba con esos vehículos blindados?

Claro, desmentir la información falsa fue una acción oportuna, ¡como si no fuera obvio que no había ningún convoy bajando de la Malinche! Pero la falta de transparencia sobre las verdaderas camionetas blindadas que sí han generado inquietud entre la población, ¡esa es la verdadera joya de la corona!

Es comprensible que el gobierno busque desmentir información errónea, ¿verdad? Después de todo, es mucho más fácil negar que explicar. La desinformación se combate con información veraz y oportuna, ¡pero claro! ¿Quién necesita transparencia cuando puedes simplemente tapar el sol con un dedo?

El silencio sobre las camionetas blindadas reales genera desconfianza y alimenta las especulaciones, ¡pero qué más da! La gente es tonta, ¿verdad? Total, ya se les pasará.

La comunicación efectiva no se trata solo de responder a las críticas, ¡no, no, no! Se trata de construir un diálogo abierto y transparente con la ciudadanía. ¿Un diálogo? ¡Qué tontería! Un trato despectivo y poco cercano solo genera distancia y desconfianza, ¡pero eso es lo que nos gusta!

¿Qué mensaje se envía al ciudadano cuando se abren frentes innecesarios y se ignoran preguntas cruciales? ¡Que el gobierno no tiene nada que esconder! ¿O será que sí? La comunicación gubernamental debe ser responsable y proactiva, ¡no reactiva y evasiva! ¿O será que la evasión es la mejor defensa?

En fin, la comunicación del gobierno de Tlaxcala es un misterio envuelto en un enigma. ¿Aciertos o desaciertos? ¡Quién sabe! Lo único que está claro es que la gente ya no sabe qué creer.