La Bestia Política

El Bestiario…El Silencio de la Justicia: La impunidad de la no denuncia en Tlaxcala

El 9 de noviembre de 2024 quedará grabado en la memoria de Tlaxcala como un día de terror. Un comando armado irrumpió en el restaurante «El Pescador», ubicado en Avenida Politécnico, en Tepehitec, sembrando el caos y el miedo entre comensales y empleados. El saldo: golpes brutales, despojo de dinero y objetos de valor, y una comunidad en estado de shock. Sin embargo, lo más alarmante no es solo la violencia de los hechos, sino lo que ha sucedido (o, más bien, lo que no ha sucedido después): pues al parecer no  hubo denuncias formales, y las autoridades parecen mirar hacia otro lado.

Hasta en dos ocasiones se ha solicitado información oficial a Augusto Ramírez, vocero de la Fiscalía General de Justicia del Estado (17 y 26 de noviembre de 2024), para conocer si el propietario del lugar, o quien se ostente como encargado, interpuso una denuncia penal. El servidor público, sin embargo, no ha sido capaz de proporcionar una respuesta.

En un contexto donde la inseguridad crece y las respuestas gubernamentales son tibias o inexistentes, la ausencia de denuncias manda un mensaje inquietante. ¿Qué implica que las víctimas prefieran callar? ¿Por qué una figura con relevancia pública como el secretario general de la Sección 31 del SNTE en Tlaxcala, Cutberto Chávez, no presentó una denuncia penal? Estas preguntas dejan un vacío incómodo y reflejan dinámicas que van más allá de un simple acto delictivo.

También podría deberse a un miedo fundado a represalias por parte del grupo armado, especialmente si estos han demostrado operar con violencia y total impunidad.

Cuando no hay denuncias, el crimen encuentra un terreno fértil para florecer. Los asaltantes no solo se llevaron dinero y bienes materiales, sino también la confianza de una comunidad que, una vez más, ve cómo   la justicia quedó como un concepto vacío. La impunidad se convierte en el mejor aliado de los delincuentes, quienes saben que sus actos probablemente quedarán sin castigo.

La negativa a denunciar puede ser síntoma de un profundo escepticismo hacia las instituciones encargadas de impartir justicia. Los ciudadanos, incluidos los afectados, podrían considerar que interponer una denuncia es un trámite inútil, que consume tiempo y recursos sin garantía de resultados. Este tipo de percepción erosiona la relación entre la ciudadanía y las autoridades, debilitando el tejido social y dejando a las personas vulnerables ante futuros delitos.

La inacción frente a hechos tan graves lanza un mensaje nefasto: “No hay justicia, y nadie está seguro”. Esto puede desatar un ciclo de desconfianza en el sistema y, eventualmente, llevar a respuestas desesperadas como la justicia por mano propia. Si los ciudadanos perciben que denunciar no sirve de nada, la sensación de desamparo se generaliza, y la sociedad se fragmenta.

La omisión no solo recae en los afectados que no denunciaron, sino también en las instituciones públicas que no han sido transparentes. Si el vocero de la Fiscalía General de Justicia no responde a las solicitudes de información, se perpetúa la idea de que las autoridades están más interesadas en ocultar información que en resolver los casos. Esto erosiona aún más la ya debilitada confianza pública.

En resumen, si este caso no se investiga ni se denuncia, se envía un mensaje alarmante: que la violencia y el crimen en Tlaxcala son aceptables y no habrá repercusiones. La comunidad necesita instituciones que actúen con firmeza y transparencia para evitar que esto se convierta en la norma.

El silencio, tanto de las víctimas como de las autoridades, es una victoria para el crimen organizado y un golpe devastador para la sociedad tlaxcalteca.

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LA CAMINERA...Alarma en la región…Escondidos entre los árboles de San José Atotonilco, en Tlaxco, Tlaxcala, las autoridades federales desmantelaron este domingo dos laboratorios clandestinos dedicados a la fabricación de drogas sintéticas. El hallazgo, a pocos minutos de la cabecera municipal, incluye precursores químicos, armamento y cartuchos, marcando un golpe significativo al crimen organizado en la región.

Si bien estos logros son relevantes, también dejan en evidencia la presencia de estructuras delictivas que operan con aparente impunidad en zonas antes consideradas seguras. Tlaxco, conocido por su tranquilidad, enfrenta ahora el reto de combatir esta nueva amenaza, mientras las autoridades federales refuerzan su compromiso de desarticular células generadoras de violencia.

La población espera resultados claros en las investigaciones y, sobre todo, que estas acciones marquen un punto de inflexión para garantizar la seguridad en el estado. La narrativa del más seguro tendrá que modificarse o adecuarse.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…Relevos…Y hablando de seguridad, llama la atención de relevos en el Centro de Control, Comando, Comunicaciones, Cómputo, Coordinación e Inteligencia (C5i), luego que el director Alejandro Di Grazia, fue enviado al CECYTE. Hasta el momento no se sabe quién quedará en su lugar.