La Bestia Política

El Bestiario…La Batalla del PRI en Tlaxcala: Un Futuro en la Incertidumbre

El Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Tlaxcala se encuentra en una encrucijada crítica, y no es exagerado lo que algunos dicen que la hora del epitafio podría estar cerca. La situación actual del partido, marcado por el desgaste, y una serie de deserciones, plantea interrogantes sobre su viabilidad en el futuro político del estado. Con solo tres figuras clave que aún mantienen algún nivel de notoriedad – Anabell Ávalos, Rosalinda Muñoz Sánchez y Enrique Padilla – el PRI parece estar atrapado entre el pasado y un futuro incierto.

De entre estos tres personajes se maneja la versión de un posible candidato a gobernador, en caso que decidan ir solos como partido.

Anabell Ávalos desde su posición actual de Senadora, es la única que se mantiene con un discurso crítico hacía los gobiernos de Morena, en tanto Enrique Padilla Sánchez arma su propia estructura como dirigente del tricolor. Rosalinda Muñoz, ex alcaldesa de Tlaxco y ex diputada federal mantiene acercamiento con grupos priístas.

Históricamente, el PRI fue el partido hegemónico en México, pero en Tlaxcala ha sido testigo de su propio desmoronamiento. Las derrotas electorales han sido constantes, y la pérdida de espacios de poder ha sido abrumadora. Las traiciones y las alianzas cambiantes han hecho que la confianza en el PRI se disuelva por completo.

Uno de los factores más preocupantes es la fractura interna que enfrenta el partido.  La figura de Mariano González Zarur, que en su momento fue un pilar del PRI para recuperar el poder para su partido, ha quedado marcada por un legado de traición y decepción. Su ascenso y posterior declive son un claro reflejo de la inestabilidad que hoy caracteriza al PRI en Tlaxcala. La percepción de que el marianismo se ha convertido en el «sepulturero» del tricolor no es infundada; su influencia ha sido más destructiva que constructiva. Su hijo se encargó de esa labor.

La lealtad de los miembros del partido ha sido cuestionada, y la posibilidad de alianzas con partidos opositores, como Morena, podría ser el último clavo en el ataúd del PRI. Enrique Padilla, actual dirigente del partido, parece estar explorando esta opción como lo reveló en una entrevista a este portal, sin embargo, el peligro de fusionarse con el actual partido en el poder no solo podría alienar a los pocos leales que le quedan, sino que también podría diluir aún más la identidad del PRI.

Las figuras que quedan, como Anabell Ávalos y Rosalinda Muñoz Sánchez, no solo enfrentan el peso de un legado pesado, sino que también deben navegar un terreno político que se mueve rápidamente hacia nuevas dinámicas. La falta de una estrategia clara y un liderazgo sólido en el PRI hace que su futuro sea sombrío. La política actual exige respuestas rápidas y efectivas, y el PRI parece estar atrapado en un ciclo de reacciones defensivas.

En conclusión, el PRI en Tlaxcala se encuentra ante un futuro incierto, marcado por la posible desaparición de su influencia en el estado. La conjunción de deserciones, la pérdida de espacios de poder y la fragmentación interna sugieren que la batalla del tricolor podría estar en su etapa final. Sin un cambio radical en su estructura y visión, la historia del PRI en Tlaxcala podría estar escribiendo sus últimos capítulos. La pregunta no es solo si ha llegado la hora del epitafio, sino si hay algo que valga la pena salvar en un partido que una vez fue sinónimo de poder en la región.

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LA CAMINERA…El reto…Ante este escenario adverso, el PRI en Tlaxcala debe apostar por una serie de estrategias que le permitan reinventarse y recuperar la confianza tanto de sus militantes como del electorado.

 Entre elllas, definir una nueva narrativa que enfatice transparencia y compromiso social; promover y capacitar líderes locales que conecten con nuevas generaciones; colaborar con organizaciones de la sociedad civil para restablecer credibilidad; abordar necesidades específicas de Tlaxcala con propuestas concretas; aumentar presencia en redes sociales para interactuar con la ciudadanía, crear espacios para que la sociedad participe en la toma de decisiones; mejorar la transparencia en decisiones y uso de recursos, pero sobre todo incluir a jóvenes en la estructura del partido para conectar con un electorado diverso.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...La carta de MC…No lo diga en voz alta, pero en Movimiento Ciudadano todo apunta a que el candidato a gobernador será el dos veces ex candidato a diputado federal y ex alcalde de Tetla, Delfino Suárez.

La narrativa es que Movimiento Ciudadano se presenta como una opción viable para aquellos ciudadanos que se sienten desilusionados con las actuales propuestas de Morena, así como para aquellos que buscan un cambio en la política tradicional representada por otros partidos.  La figura de Delfino Suárez Piedras, con su experiencia como ex alcalde de Tetla y su esfuerzo constante por conectar con la comunidad, puede atraer a un electorado cansado de las promesas incumplidas.

La elección se perfila como un momento crucial para Movimiento Ciudadano, no solo para consolidar su presencia en el estado, sino también para capitalizar el descontento popular. Si logra presentar un mensaje claro y coherente que resuene con las aspiraciones de los votantes, puede convertirse en un refugio para quienes buscan alternativas viables a los partidos tradicionales. Al tiempo.