La minuta que se nos presenta relativa al Dictamen de reforma constitucional, consistente en prohibir el nepotismo y la elección consecutiva en candidaturas de elección popular, resulta positiva en un primer plano, toda vez que, pretende terminarse con una práctica partidaria que ha dado lugar a la reproducción de élites partidistas y cacicazgos familiares, que han acaparado candidaturas, tanto en su vertiente de elección consecutiva, como de sucesiones familiares.
Cerrando la puerta a perfiles legislativos y de munícipes con mejor y mayor capacidad para el ejercicio parlamentario y el gobierno municipal.
Lástima que la reforma sobre el nepotismo y la elección consecutiva, vaya a aplicarse hasta los procesos electorales federal y locales del 2030, porque esto permitirá que en los procesos electorales del 2027, se les siga dando oportunidad a esas élites políticas y familiares, para seguirse reproduciendo, acrecentando sus posicionamientos políticos, que solo benefician a sus propios clanes e intereses, sin dar oportunidad de asumir candidaturas a cuadros políticos distintos de sus propios partidos, o a elementos ciudadanos con perspectivas diferentes para el ejercicio de gobierno.
La elección consecutiva en la política mexicana, implantada en el 2014, tuvo como objetivo central, el generar carrera parlamentaria o dar la posibilidad de ampliar el ejercicio del gobierno municipal. Pese a que en su momento, fue aceptada para dar continuidad a estrategias partidistas en la integración y en el trabajo de las Legislaturas o para concretar obras y servicios, dado que tres años de gobierno municipal son insuficientes para proyectos de largo plazo; sin embargo, la elección consecutiva no ha cumplido con esos objetivos propuestos, pues la carrera parlamentaria se convirtió en reelecciones por conveniencia política, para el pago de acuerdos políticos, o para mantener privilegios personales o de grupo, donde solo unos cuantos han tenido la posibilidad de reelegirse.
El tema de la No Reelección surgido a raíz de la dictadura porfirista, se convirtió en elemento básico de la cultura política mexicana, sobre todo en el caso de la Presidencia de la República y de las gubernaturas, a fin de evitar autoritarismos y cacicazgos regionales.
Ha sido práctica del periodo reciente que, gobernadores en funciones dejen a sus parientes con candidaturas para que los sucedan en el mismo cargo. Como ocurre en Zacatecas con los hermanos Monreal, o como ocurrió en Coahuila con los hermanos Moreira, como ocurrió en Puebla con el matrimonio Moreno Valle y Erika Alonso, o como pretende ocurrir para el 2027 en Guerrero con Salgado Macedonio listo para suceder a su hija, o en San Luis Potosí con la Senadora esposa del actual gobernador.
La reforma que hoy seguramente se aprobará, es la que prohíbe el nepotismo por sucesión directa, es decir, la reforma solo prohíbe que un familiar consanguíneo o por afinidad suceda a su pariente en el mismo cargo, y en estos términos, es una reforma incompleta, limitada y que no representa con rigor y con amplitud la prohibición estricta del nepotismo.
En el PRD, tanto en Tlaxcala como a nivel nacional (a través partidos nacionales con los que coincidamos), impulsaremos una reforma nacional que amplíe la prohibición del nepotismo, no solo para el mismo cargo, sino para otros cargos, considerando que algún familiar que esté desempeñando algún cargo, tenga la posibilidad de ejercer influencia para posicionar y hacer candidato o candidata a algún familiar.
Hoy vemos como se construyen redes familiares en cargos públicos, donde las hijas o los hijos, los cuñados o los concuños, las esposas o los esposos, se van posicionando en diversos cargos, para construir todo un andamiaje que los proyecte a otros cargos públicos, utilizando influencias, posiciones de privilegio y recursos, de parientes que ostentan en este momento importantes cargos públicos.
Pero bueno, por algo tiene que empezarse y, prohibir que familiares ya no sucedan a un familiar en el mismo cargo, es un avance ante otros retrocesos que el actual régimen ha presentado en materia electoral. Por ello, mi voto será aprobando la minuta que hoy se nos presenta.