La Bestia Política

Confesiones de ASA : Fue un error candidatear a su esposa pero “fue por amor”; y ve a su hijo como gobernador

* “Es mejor decir verdades incómodas que vivir corrigiendo mentiras”, dice en entrevista con La Bestia Política.

Fabiola MÁRQUEZ/ Dispuesto a hablar de todo, el exgobernador de Tlaxcala, Alfonso Sánchez Anaya, no esquiva los temas delicados, ni los episodios que marcaron su trayectoria. En esta conversación íntima y sin restricciones, aborda tres asuntos clave:

***La fallida candidatura de su esposa Mari Carmen Ramírez, a quien impulsó para sucederlo en el cargo.

***Las aspiraciones de su hijo, Alfonso Sánchez García, de convertirse en gobernador.

**Y las acusaciones que señalaron un aumento en los secuestros durante su administración.

Con franqueza, acepta errores, defiende decisiones y habla desde la experiencia de quien ha estado en el centro del poder… y también fuera de él.

Casi dos décadas y media después, Alfonso Sánchez Anaya rompe el silencio y admite que fue un error pretender heredar en 2004 la gubernatura a su consorte María del Carmen Ramírez García “La Hilaria de Tlaxcala”.

En entrevista con el director de la Bestia Política Tlaxcala, Edgar García Gallegos, desde la intimidad de su hogar, el exmandatario -quien gobernó Tlaxcala con las siglas del PRD-, de 1998 a 2004, sin empachos, reconoce que haber impulsado a su cónyuge como candidata generó controversia y críticas a nivel nacional; e incluso, captó la atención de medios internacionales. Sin embargo, se sincera: “lo hice por amor”.

«Fue un error, y además un error que afectó a Maricarmen. Yo no debí haberlo cometido porque, finalmente, decidí con el corazón, no con la cabeza. Así es. El amor», desvela sentado en la sala de su hogar. Inclusive, aseveró que puso sobre la mesa su renuncia al cargo para que su esposa Ramírez García no fuera cuestionada, pero alcaldes y diputados le señalaron que no.

Ahora, sobre las aspiraciones de su hijo, el alcalde capitalino Alfonso Sánchez García, quien ha sido mencionado como uno de los posibles aspirantes de Morena a la titularidad del Poder Ejecutivo local, considera que le ve posibilidades reales de seguir sus pasos.

– ¿Le gustaría ver a un hijo gobernar Tlaxcala?

– Claro que sí. Es un cambio generacional. Me da gusto que quiera servir. Yo gané sin estructura ni dinero, por eso sé que la voluntad del pueblo es la que decide. Además, si yo me he dedicado toda mi vida a la política, pues me da mucho gusto que un hijo mío ahora se dedique a ella y tenga interés en hacerlo bien…porque eso es lo importante.

¿De qué platica un papá como usted con su hijo?
– Mucho. Yo les voy a decir que una palabra que es cierta, dice que la palabra convence, el ejemplo arrastra. Yo siempre le di buen ejemplo.

LOS SECUESTROS. 

– ¿Se habla de que en su gobierno se incrementaron los secuestros, se hablaba todavía del exsubprocurador Edgar Bayardo?
– Yo quiero decirles que sí hubo un momento en que se aumentaron los secuestros y entonces pues yo los mandé a traer, y les dije un secuestro más y se quedan sin empleo. Así de sencillo, y se acabaron los secuestros. En serio, pues digo, será a lo mejor magia, pero lo que quiero decir es que además tuve un subsecretario de Seguridad que fue Juan Olmedo, que era excelente, honesto, inteligente, comprometido, y trabajador, entonces él ayudó muchísimo.

– ¿Así de fácil se terminaron los secuestros?
– Yo recuerdo que hubo manifestaciones fuertes. Sí, y además porque le daban mucho «vuelo» también a nivel nacional, porque había gente interesada en eso, pero aquí no fue el caso, fue tan sencillo como se lo estoy diciendo, un secuestro más y hasta luego. Y al contrario se rescató gente, y muchos que ya tenían mucho tiempo privadas de su libertad se rescataron.

LA GOBERNADORA Y MORENA.

En la entrevista, Alfonso Sánchez Anaya el también conocido como “El güerito de rancho”, habló del gobierno de Morena dirigido por Lorena Cuéllar Cisneros calificándolo como “una buena administración, que ha respondido a las demandas del pueblo”.

Justifica además el fuerte “chapulineo” que ha provocado Morena en Tlaxcala por su popularidad, tras las adhesiones de militantes de otros partidos políticos.
«Con Morena lo que sucede es que como ha ganado procesos electorales, que nadie esperaba que se ganaran tantos diputados, y se arrasó. Entonces, pues toda la gente que quiere participar en un proceso electoral, pues quiere participar con el partido que le dé la posibilidad de ganar”

Con nostalgia y convicción, el exgobernador Alfonso Sánchez Anaya afirma: “algo tiene de mágico Tlaxcala, donde la gente quiere quedarse a vivir”.

EL PODER Y LA COMUNICACIÓN.

– ¿Qué hace un exgobernador después del poder?
– Después de una agenda saturada, de estar en el ojo público, me gusta vivir tranquilo. Pero eso no significa estar desconectado. Siempre he estado cerca de la gente, ya sea desde mi oficina, en la universidad o en los pueblos.

Su vocación de servicio, dice, la aprendió de sus maestros en la política: Emilio Sánchez Piedras, Tulio Hernández y Beatriz Paredes.

– ¿En qué momento decidió gobernar Tlaxcala?
– Yo llegué como técnico, no como político. Fue (Emilio) Sánchez Piedras quien, con astucia, comenzó a foguearme. Me mandaba en su representación y evaluaba cómo me comportaba. Ahí nació la vocación.

Tenía 40 años cuando dio el salto definitivo.
– ¿Fue difícil gobernar durante la primera alternancia en 1998?
– Sí, porque muchos no me veían con buenos ojos. No era ya del PRI y eso incomodó. Pero nunca me negué a entrevistas. Hasta seis al día. La comunicación fue esencial.

El exmandatario recuerda haber tenido tres voceros: Avelino Hernández Vélez, Mónica Fernández Balboa y Alfonso Brito Sánchez. “No fue por fallas, fue por necesidades políticas específicas. Mónica, por ejemplo, me representó en la Ciudad de México en una etapa clave”, se sincera.

“Yo, lo primero que hacía todas las mañanas, era ver los problemas de comunicación, saber qué es lo que se había dicho primero y luego ver todo lo político”, cuenta.

– ¿Cómo gobernar sin autoritarismo?
– A través de la audiencia pública. Atendí personalmente a 80 mil personas durante mi mandato. Registraba nombre, petición y daba respuesta inmediata. Eso me conectaba directamente con la gente. Eran mis redes sociales-, bromea.

– ¿Por qué dejó el PRI?
– Fue una decisión dolorosa, pero necesaria. Ya no me gustaba su comportamiento. Pronuncié un discurso pidiendo democratización y cambios. Sabía que me expulsarían, pero me aplaudieron. Luego, ya como independiente, me buscaron el PRD, el PT y el Verde. Y acepté.

– ¿Cuál fue su mayor acierto en comunicación política?
– Estar cerca de la gente. Recibo más de 50 personas al día en mi oficina. Nunca me alejé. No traigo guaruras, no me paso los altos. Camino como cualquier ciudadano.

– ¿Qué piensa de las campañas negras?
– Muy mal. Las campañas deben centrarse en propuestas, no en ataques. La gente quiere saber qué vas a hacer por ellos, no ver pleitos sin sentido.

– ¿Qué consejo da a los nuevos políticos?
– Estén cerca del pueblo. No simulen. Si no conectas con la gente, no hay propaganda que valga. Y, sobre todo: nunca mientan. Es mejor decir verdades incómodas que vivir corrigiendo mentiras.