Ayer la titular del ejecutivo Lorena Cuéllar fue víctima de la ineficiencia del Secretario de Gobierno Luis Antonio Ramírez quien por sus limitaciones, el estado prácticamente está incendiado.
Si no le aparecen manifestantes, le aparecen linchamientos y toda clase de conflictos sociales que lejos de ayudar a la mandataria, parece que le pagaran para que le vaya mal a la ‘uno’.
Lo que sucedió ayer en el municipio de Xicohtzinco, fue una muestra más de que el morelense se la pasa en todo, menos en lo que debería atender.
La falta de pericia de los funcionarios a cargo de Luis Ramírez, le pasó un bochornoso momento a la gobernadora quien tuvo que comerse un sapo y observar los reclamos del ‘pueblo bueno’ mientras los medios registraban el oso gubernamental.
No hubo delegados de gobierno que previeran las manifestaciones.
Mucho menos capacidad de tranquilizar a los manifestantes.
Aunque los reclamos si bien eran legítimos ante las fallas provocadas por la adhesión al sistema IMSS – Bienestar que prácticamente vino a cimbrar – para mal – el sistema de salud que se contaba en la entidad, llamó la atención la ingobernabilidad en un evento que era un flan para cualquier persona mediamente capacidada para ocupar el cargo de Secretaría de Gobierno.
¿O la función de un titular de gobernación ya no es la de garantizar la gobernabilidad de la entidad?
Los hechos hablan por sí solos.
¿Qué le debe la gobernadora al morelense que es capaz de comerse un sapo de las manifestaciones?
Es pregunta.