La Bestia Política

El Arca…Sin cola que les pisen

Este 1 de junio se vivirá una elección inédita muy relevante para elegir cargos en el Poder Judicial. Y aunque suene técnico y aburrido, no lo es.

Su importancia radica en decidir quiénes serán aquellos que impartan justicia, o al menos que buscan intentarlo, sobre todo en este país donde las leyes parecen sugerencias.

En Tlaxcala, aún se está esperando la «luz verde» para que los suspirantes (un total de 881, según el órgano electoral) puedan salir con todo el arsenal de promesas, selfies y abrazos, hasta para el perico que no vota.

Y mientras aquí apenas se calientan los motores, a nivel nacional ya están en campaña: saludando en foros, posteando frases profundas en redes y sonriendo con todo y filtro en cada esquina del internet.

Pero lo interesante viene ahora.

A nivel nacional es casi misión imposible conocer a los más de 3 mil 300 aspirantes, pero en Tlaxcala eso es otro boleto.

Bien dice el dicho «pueblo chico, infierno grande» y eso aplica a la perfección. Aquí todos nos conocemos, sabemos quién fue qué, con quién se junta, dónde trabajó, y si alguna vez fue captado en asuntos turbios.

Así que no la tendrán fácil aquellos que tienen cola que les pisen.

Y claro, aunque elegir entre tanto perfil puede parecer una locura, al menos en nuestro estado nos da para aplicar la de elegir al menos peor. Sí, ya sé, suena triste, pero es real.

Porque si la justicia va a estar en manos de alguien, al menos que no tenga el historial más largo del juzgado. O como diría los que saben: “más vale malo por conocido que nuevo por conocer”, aunque eso no debería ser opción.

Hay por ahí algunos nombres que empiezan a sonar fuerte, perfiles que destacan entre el montón… pero de esos hablaremos después, no vaya a ser que se me ofendan o se me empiecen a sentir famosos antes de tiempo.

Por ahora, lo importante es que la gente empiece a observar, a preguntar, y a no dejarse llevar solo por el discurso bonito o la sonrisa ensayada. Que esta vez, al menos, elijan a quien tenga la cola más corta… o mejor aún, que no tenga cola que le pisen.