La Bestia Política

El Bestiario… Tlaxcala y el caos Se está volviendo costumbre que el gobierno morenista de Tlaxcala enfrente reproches en las calles.

 

Se está volviendo costumbre que el gobierno morenista de Tlaxcala enfrente reproches en las calles.

Apenas si la administración local asimilaba la ráfaga lanzada por la dirigencia nacional de Morena —que ordenó a sus autoridades no ser opulentos ni andar blindados—, cuando el caos volvió a apoderarse del estado.

En Tlaxcala, el transporte público se ha convertido en un verdadero circo.

Más de 300 unidades del sur del estado se movilizaron hacia el Centro Histórico exigiendo la renuncia del secretario de Movilidad y Transporte, Marco Tulio Munive Temoltzin.

Los gritos contra el gobierno de Lorena Cuéllar no reflejan precisamente que todo marche bien en vísperas de una Olimpiada Nacional deportiva.

La incapacidad de quienes deberían operar políticamente los conflictos es evidente. La molestia y el amago de los transportistas no es nuevo; se venía cocinando desde hace semanas, y nadie atendió la crisis.

La gota que derramó el vaso, dicen, fue el aumento del 600% en el costo de las infracciones, la permisividad con unidades “chocolate” y el hostigamiento constante a concesionarios y choferes.

Mientras tanto, en el sector salud, la situación también es crítica. Pacientes con insuficiencia renal sufren por la falta de sesiones de hemodiálisis, consecuencia de la ineficiencia de una empresa privada contratada por el propio gobierno estatal.

La escasez de insumos y la mala planificación han puesto en riesgo la vida de estos pacientes por una negligencia inexcusable.

Y lo más curioso: en medio del caos, el gobierno morenista está más ocupado en promocionar la ceremonia inaugural de la Olimpiada Nacional de la Conade.

Ayer, los boletines difundidos se centraron únicamente en ese tema deportivo.

Si bien no se puede criticar que se promueva al estado a través del deporte, sí resulta reprobable la inacción frente a demandas sociales que afectan a miles de ciudadanos.

Muchos se preguntaban ayer —mientras descendían de las colectivas y caminaban kilómetros para llegar a sus destinos o recoger a sus hijos de la escuela, mientras buscaban rutas alternas—:

¿Qué prioridades tiene este gobierno? ¿La salud y el bienestar de la población o la propaganda política?

¿Qué pasa en Tlaxcala?

La gente votó por un gobierno que resolviera sus problemas, no por uno que los complicara aún más.

La gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros y su equipo deben tomar medidas urgentes, pues las demandas ciudadanas se agolpan en las calles, y después no habrá quien las detenga.

La labor de inteligencia de la Secretaria de Gobierno y su dirección de Gobernación con sus flamantes titulares hoy son un fracaso.
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LA CAMINERA…LA CAMINERA… ¿Nuevo vocero?
Parece que en el gobierno del estado ya encontraron a un mercadólogo que hace las veces de vocero, ante el evidente fracaso comunicativo de la 4T.
Resulta que el exdiputado Miguel Ángel Covarrubias Cervantes se ha convertido en portavoz del sector salud, al denunciar la situación en el hospital de hemodiálisis.
Palabras más, palabras menos, el petista aseguró que la falta de comunicación con los pacientes y la ineficiencia en la gestión de insumos han provocado una crisis de proporciones épicas. Y el gobierno callado.
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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS… ¿La nueva crisis del 7 de Mayo?
Justo cuando parecía que Karina Erazo tendría un festejo tranquilo por el aniversario, estalló el escándalo: la detención de su hermano y un cateo encabezado por fuerzas federales por presunto narcomenudeo en una propiedad familiar.

Aunque se deslindó y afirmó que se trata de una investigación completamente ajena a su persona y a las actividades del sindicato, el tema escaló… y la alcanzó.

En los próximos días veremos cómo el matrimonio Erazo enfrenta esta crisis y maneja el control de daños.