La gobernadora de Tlaxcala admite públicamente que enfrentó obstáculos para cesar a jueces que liberaban a integrantes de una banda criminal en Apizaco.
Fabiola Márquez / La Bestia Política Tlaxcala/En una declaración sorpresiva, la gobernadora de Tlaxcala, Lorena Cuéllar Cisneros, reconoció que durante su administración le fue “muy difícil” destituir a tres jueces que presuntamente favorecían con resoluciones judiciales a la banda criminal conocida como “Los Brujos”, con operaciones en el municipio de Apizaco.
“Por aquí entraban y por aquí salían. Tres veces pasó, hasta que logramos que esos jueces fueran cesados”, afirmó Cuéllar en un discurso durante la inauguración de una obra de pavimentación en el municipio de Santa Isabel Xiloxoxtla.
La mandataria estatal —que hasta ahora había evitado abordar el tema directamente— reveló que los jueces en cuestión dejaban en libertad a integrantes del grupo delictivo, pese a los esfuerzos del gobierno por detenerlos. “Era desesperante. No podíamos hacer nada porque era otro poder”, dijo, al justificar su respaldo a la reforma judicial y al proceso de elección popular de jueces que se vivió el pasado domingo.
La gobernadora aseguró que la banda de “Los Brujos” ya fue detenida, pero no sin antes subrayar los obstáculos institucionales que enfrentó por parte del sistema de justicia local.
Enfatizó que con los nuevos mecanismos de vigilancia judicial y la creación del Tribunal de Disciplina Judicial, ahora los ciudadanos podrán presentar quejas por actos de corrupción de jueces y que sí habrá sanciones y destituciones reales.
Recordar que el pasado 28 de mayo de este año, en un operativo de alto impacto encabezado por fuerzas federales en Apizaco se logró la detención de un presunto líder de la célula criminal conocida como “Los Brujos”.
En otro momento de su intervención, Cuéllar exhortó a la presidenta municipal de Xiloxoxtla, Jazmín Jiménez Rugerio, a comprometerse con una obra de alto impacto antes de que termine su gestión. Le pidió cofinanciar al 50 % los proyectos para evitar que recursos federales “se pierdan”, como —dijo— ocurrió con el Banco del Bienestar en ese mismo municipio.