Fabiola MÁRQUEZ/ A casi dos años del fallecimiento de Erika, policía municipal de San Pablo Apetatitlán que perdió la vida en el cumplimiento de su deber, el exalcalde Ángelo Gutiérrez Hernández reiteró su compromiso con la familia de la oficial, particularmente con los tres hijos que dejó en la orfandad.
“El deber fue quien le arrebató la vida. Erika cayó enfrentando a sujetos armados por defender a su comunidad. Su entrega no fue casual, fue reflejo de una vocación firme por el servicio público”, expresó el exedil, al recordar los hechos ocurridos durante su periodo como presidente municipal.
Gutiérrez Hernández afirmó que su gobierno brindó acompañamiento inmediato a los familiares de Erika, incluyendo apoyos económicos, víveres y gestiones institucionales, y aclaró que ese respaldo ha continuado, incluso después de dejar el cargo.
Sobre las demandas por el pago de indemnización, seguro de vida y gastos funerarios, explicó que el proceso legal se encuentra bajo análisis del Tribunal de Justicia Administrativa, y que fue la familia —con asesoría legal privada— quien inició el trámite correspondiente, una vez que el Juzgado Familiar otorgó la tutela de los menores a la abuela materna.
“Durante mi administración dimos respuesta puntual a los requerimientos del tribunal, entregando toda la documentación relativa al cargo y prestaciones de Erika”, señaló.
Finalmente, llamó a las autoridades a resolver el caso con sensibilidad y respeto, y aseguró que su compromiso con los menores continúa: “Mi apoyo no es solo institucional. Estaré para ellos hasta que sean mayores de edad. Ese fue mi compromiso y lo sostengo”.
“Erika ofrendó su vida por la seguridad de los demás. El mínimo deber institucional y humano es garantizar que su familia reciba justicia y protección”, remarcó.
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