El retiro de al menos 15 perros en situación de calle del primer cuadro del Centro Histórico de Tlaxcala ha desatado una controversia entre activistas y autoridades municipales, lo que ha derivado en una manifestación convocada por el Movimiento Animalista de Tlaxcala frente al Ayuntamiento capitalino este martes a las 2:00 p.m.
La organización exige la liberación inmediata de los canes capturados y la destitución de Jaime Montiel Hernández, titular de la Coordinación de Medio Ambiente y Bienestar Animal del municipio, así como de Silvia Altamirano Zainos, directora del Centro Veterinario Antirrábico de San Pablo Apetatitlán, a quienes acusan de negligencia y falta de ética. El colectivo advierte sobre violencia institucional hacia los animales y demanda la aplicación de la ley con humanidad.
Por su parte, el Ayuntamiento de Tlaxcala informó mediante un comunicado oficial que el operativo se realizó “como parte de las acciones permanentes para proteger la salud pública y la seguridad de las personas”, luego de recibir 25 denuncias ciudadanas por presuntas agresiones de los perros, particularmente en la calle Juárez. Señalaron que los canes fueron trasladados al Módulo Antirrábico, donde reciben valoración médica, alimentación y cuidados básicos.
El gobierno municipal aclaró que quienes deseen el regreso de alguno de los perros deberán iniciar un proceso formal de adopción, para evitar que los animales regresen a las calles.
En medio de la polémica, la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de Tlaxcala (PROPAET) y la Coordinación de Bienestar Animal (CBA) emitieron también un posicionamiento conjunto en el que deslindan su participación en el operativo. “En ningún momento emitieron autorización ni orden administrativa para la captura o reubicación de los animales mencionados”, señala el comunicado estatal.
Ambas dependencias reiteraron su compromiso con la protección animal y exhortaron a la ciudadanía a canalizar denuncias por maltrato o situaciones de riesgo a través de sus canales oficiales.
Mientras tanto, la tensión entre activistas, ciudadanía y autoridades continúa creciendo, en un contexto que ha reabierto el debate sobre la protección animal, el control poblacional de fauna urbana y la responsabilidad institucional ante este tipo de operativos.
Foto archivo El Sol de Tlaxcala.