Edgar R. Conde Carmona
En Morena de Tlaxcala, aparecen nubarrones y vientos tormentosos.
La crisis democrática que viven los partidos en la entidad, también afecta al partido que desplazó a los más viejos del sistema político mexicano.
En Huamantla, por ejemplo, ya empezaron a asomarse manifestaciones de descontento entre los militantes que aspiran a la candidatura a la presidencia municipal.
De 16 aspirantes a la candidatura a la presidencia municipal, sólo cuatro fueron considerados en la encuesta para definir la candidatura.
Muchos de los aspirantes, que platicaron en corto con quien esto escribe, se mostraron inconformes al grado de plantear la posibilidad de apoyar a otro candidato y no al que resulte nominado por su partido.
La falta de claridad y de información en la conformación del grupo que apareció en la encuesta, mantiene el nerviosismo entre los militantes de hueso colorado.
Y es que, de acuerdo con diferentes versiones recogidas entre los aspirantes, en la encuesta estarían dos aspirantes externos y dos pertenecientes a la militancia.
Prueba de ello es la versión que corrió como reguero de pólvora que, en el Distrito13, con sede el Tepeyanco, Jovany Ixtlapale desplazó a la militancia del partido y todo indica el ex alcalde por el PRD-Convergencia será ungido candidato a la diputación local.
El descontento que puede surgir en las filas de Morena, puede dañar severamente la contienda por la gubernatura.
Aunque eso, sí, en todos los partidos “se cuecen habas”, dirían los abuelos.
Lo innegable es que también Morena podría vivir una tormenta, cargada de negros nubarrones.