Los grupos se han definido para la disputa de la dirigencia del Partido Acción Nacional en Tlaxcala, y de no haber sorpresas hasta el 9 de noviembre, fecha en que se cierra el plazo de registro, solo habrá dos mujeres candidatas y serán Minerva Hernández Ramos y Miriám Martínez Sánchez.
Tras varios días de intensa negociación, Minerva Hernández Ramos logró sumar a su proyecto a los grupos de Adriana Dávila, Lilia Caritina Olvera Coronel y José Gilberto Temoltzin Martínez.
Hay quienes aún apuestan a que el dirigente actual, Pepe Temoltzin inscriba a su candidata, Rocío Cabrera y con ello jugar a tercios, con ventaja para el grupo Apizaco, pero los acuerdos están dados y todo indica que la batalla será entre Minerva y Miriám.
La senadora Minerva Hernández Ramos llegará a su cita este lunes para registrar su fórmula, acompañada del ex alcalde de Tenancingo, Daniel Martínez Serrano como aspirante a secretario general, quien está ligado a Dávila Fernández.
Con ello, la carta principal del adrianismo que era Leticia Valera declinó sus aspiraciones, al igual que Lilia Caritina Olvera Coronel, y Rocío Cabrera.
¿Minerva Hernández es garantía de triunfo?
Decir que una de las dos es más fuerte que la otra, es jugar al futurismo, pero si se puede decir que las estructuras van a tener un rol clave para que ganen la elección.
De Miriám Martínez he dicho en otras columnas lo que pienso, y ahí están mis comentarios.
Minerva Hernández Ramos tiene un gran currículum y eso nadie se lo puede negar, aunado a sus relaciones a nivel nacional lo cual podría ser un gran factor para impulsar al PAN a otra visión.
Es Senadora de la República por Tlaxcala, integrante del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional en la LXIV Legislatura. Ahora con licencia a partir del pasado 5 de noviembre. Es su segunda incursión. Ya fue también diputada federal.
Estudió las licenciaturas en Administración y en Contaduría Pública, así como la Maestría en Administración Pública Estatal y Municipal en la Universidad Autónoma de Tlaxcala y el Doctorado en Ciencias de lo Fiscal en el Instituto de Especialización de Ejecutivos; el máster en Prevención y Combate a la Corrupción en la Universidad de Salamanca y la Maestría en Estrategias Anticorrupción y Estado de Derecho en el Instituto Nacional de Ciencias Penales.
Sin embargo, es una política incongruente con lo que dice y hace, además que la señora dirá misa, pero no tiene un gran cartel con los panistas a pié, pues en la pasada campaña a la gubernatura fue cuestionada por apoyar a otros candidatos ajenos al PAN, y eso no se lo han perdonado.
Además, nunca ha ganado una elección democrática en las que ha participado, y hoy es senadora porque el sistema permite que la primera minoría acceda a un escaño.
En 1998 Alfonso Sánchez Anaya la llevó a ocupar su primer puesto de peso como secretaria de Finanzas, pero al final terminaron su relación de forma abrupta y entre señalamientos de traiciones.
En 2010 le dio la espalda a los perredistas de quien era su candidata al gobierno del estado, para declinar por la panista Adriana Dávila, pero esa decisión sólo provocó el triunfo del priísta Mariano Gónzález Zarur, pues los militantes del sol azteca, enojados, se fueron abiertamente con el tricolor.
En 2021 sumó otro tropiezo, luego de que tuvo que ceder a sus pretensiones de ser candidata panista al poder ejecutivo local para ser ungida como coordinadora de la abanderada de la coalición Unidos por Tlaxcala, Anabell Ávalos. Los números no mienten, la coalición tuvo una derrota estrepitosa ante la hoy gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
En su momento, se convirtió en la crítica más acérrima del gobernador, Héctor Ortiz Ortiz, a quien acusó de una serie de actos corruptos y de enriquecimiento ilícito, y años después le levantó la mano en el afán de que la apoyara con su partido en votos. es decir perdió la memoria.
Habrá qué ver si es el pragmatismo político con el que quiere gobernar al albiazul en Tlaxcala.
Insisto, nadie duda de su capacidad y preparación administrativa, pero su falta de empatía con los militantes panistas y su pasado, tendrá que poner a trabajar a marchas forzadas a quienes la apoyarán con sus estructuras.
Tendrá que cambiar su discurso y ser más empática, si es que aspira a ganar, y no encogiéndose de hombros, como acostumbra a hacer cuando algo le incomoda. Así de fácil.
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La caminera…¿Pelea de grupos azules? Lo más seguro es que el discurso de las candidatas a dirigir el albiazul será el de conquistar al militante, pero en los hechos será la disputa de los grupos que convergen al interior, unos más viejos y otros más jóvenes.
Del grupo Apizaco con Miriam Martínez Sánchez , está su esposo, el presidente municipal de San Pablo Apetatitlán, Ángelo Gutiérrez, y la apoyan los alcaldes de Apizaco, Pablo Badillo Sánchez, de Cuaxomulco Miguel Ángel Neria, al igual que el ex presidente municipal de la ciudad rielera, Julio César Hernández Mejía.