Lorena Cuéllar es la gobernadora más votada en las ultimas cuatro elecciones y llegó con un alto bono democrático debido al respaldo de los tlaxcaltecas a la figura de Andrés Manuel López Obrador.
La política cuenta con una prolífica carrera desde el PRI, PRD y ahora Morena, por lo que cumplió su sueño de dos dos abuelos gobernadores, y llevó la dinastía de sus apellidos nuevamente a Palacio de Gobierno en Plaza de la Constitución.
Cuando recibió su constancia de mayoría como gobernadora electa lanzó a los cuatro vientos de que habría un antes y un después tras su gobierno y que llevaría a la entidad a nuevos polos de desarrollo.
Nadie duda que se preparó para este cargo tan anhelado y tuvo que dejar a su partido de sus abuelos y familia, para poder cumplir su sueño.
Sin embargo, es evidente que a poco de cumplir sus primeros cien días de su administración, algo no funciona.
Este sábado le estalló una crisis de seguridad y credibilidad, luego que el ex titular de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela huyó para no ser detenido por personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), el cual acudió para cumplimentar un mandamiento judicial, consistente en una orden de aprehensión número 148/2014, girada por el Juez Octavo del Distrito de Chihuahua, con fecha 19 de septiembre del año 2014, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de desaparición forzada de personas.
Dirán misa, pero la percepción ciudadana sobre el tema de seguridad no es buena, y eso hay que sumarle que desde hace varias semanas el Congreso del Estado apretó para la comparecencia del secretario, ante las dudas de la estrategia en ese rubro.
El secretario de Gobierno, Sergio González Hernández salió ante los medios de comunicación para afirmar que la mandataria Lorena Cuéllar no tolerará ningún acto ilegal, por lo que ordenó dejar sin efecto el nombramiento de Alfredo Álvarez Valenzuela como titular de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, y puso de emergente a Maximino Hernández Pulido.
González Hernández afirmó que el gobierno del estado de Tlaxcala coadyuvará con la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la Fiscalía General de la República (FGR) para dar con el paradero del ahora ex secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Álvarez Valenzuela, sobre quien pesa una orden de presentación.
Lo cierto es que el daño está hecho, y el caso no se cierra con la destitución, pues es evidente que el ex funcionario estatal fue ayudado para evitar ser detenido, y eso podría generar una investigación alterna.
En Tlaxcala el PAN ya se subió al terreno de las exigencias a una mujer que tiene el poder.
El resto de partidos lo harán en breve.
Al interior se maneja la versión de que la crisis fue controlada, y que no afectará la imagen de la 4T.
Habrá que preguntarlo al pueblo sabio e informado.
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La caminera…Las alertas rojas ..En la conferencia de prensa el secretario de Gobierno afirmó que se contrató a Álvarez Valenzuela por sus éxitos en el combate al robo al tren, pero está documentado que antes de la toma de protesta del nuevo gabinete lorenista, se detalló en el Bestiario la incertidumbre que se vivía al interior de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues había tres secretarios.
Uno legal, que era Erick Sergio Ramírez Manzur, quien rindió protesta como encargado del despacho de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, y renunció a su cargo federal para asumir la dependencia estatal a invitación de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Días después, en la Primera Mesa Estatal para la Construcción de la Paz en Tlaxcala, apareció la representación de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y no difundieron el nombre de Ramírez Manzur.
El segundo secretario legítimo, y se siente debe ser es Guadalupe Ballesteros, quien fue encargado de la seguridad de la entonces candidata. Este personaje tiene su peso al interior.
Algo cambió y de la noche a la mañana llegó Alfredo Álvarez Valenzuela por una alta recomendación.
Escribí que en Octubre del 2015 el portal de López Dóriga aseguró que Alfredo Álvarez Valenzuela, presentado como coordinador de Seguridad Pública de Iztapalapa por la delegada perredista Dione Anguiano, estaba ligado a un caso de tortura.
Alfredo Álvarez Valenzuela estaba señalado como responsable del Operativo Guerrero Seguro, realizado el 12 de diciembre de 2011 donde encabezó las acciones para desalojar a normalistas de Ayotzinapa, que derivó en un enfrentamiento con saldo de dos estudiantes muertos.
Dos años más tarde, en noviembre de 2013, fue designado por los gobiernos federal y estatal como Director de Seguridad Pública de Acapulco.
Un año después, en abril de 2014, se difundió un video donde se puede ver a tres elementos de la Policía Turística de Acapulco torturando a un detenido. Al ser presentados, los uniformados señalaron que Álvarez dio la orden.
En mayo de 2014 tuvo que dejar el cargo tras 22 días de paro que mantenían sus subordinados quienes lo acusaban de abuso de poder. Dos meses después fue detenido en la Ciudad de México y trasladado a la cárcel de Chilapa, Guerrero, por los delitos de abuso de autoridad y desaparición forzada.
Pese a que la Procuraduría presentó elementos para responsabilizarlo de tortura, un juez determinó que no había pruebas y ordenó su libertad el 30 de julio.
Con todos esos antecedentes, su contratación se dio y la mandataria local decidió correr el riesgo.
El funcionario lorenista nunca explicó esos antecedentes y de su oficina no surgió la estrategia de comunicación de defensa, y hoy pone a prueba la credibilidad de la 4T que prometió no mentir, no robar y no traicionar.
Un funcionario de la 4T se fue por la puerta trasera, se fue escondido en una cajuela, o como haya sido, y con ello se llevó parte del prestigio de un gobierno que tendrá que recuperarlo con acciones contundentes.
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Ahora si, la última y nos vamos…La palabra de una mandataria…El discurso de que nadie tiene seguro su puesto en el gabinete pensé que solo serían palabras, hoy se fue el de seguridad pese a la recomendación tan alta que traía y se volvió insostenible en el cargo.
Desde que se autorizo su comparecencia y que se filtró su acusación por acoso sexual agravado, se supo que vivía horas extras.
Pongan sus barbas a remojar.
Una funcionaria que cobra, pero viaja al extranjero, mientras que el plazo de seis meses para el Plan de Desarrollo Estatal se agota.
Un foro para el Plan Estatal de Desarrollo con menos de 20 espectadores en vivo, y que ni siquiera le interesó a los burócratas.
Aquellos funcionarios que sindicalizaron a sus esposas, hijos y ex esposas, y que a la fecha no se sabe que hacen en sus dependencias, más que cobrar.
Ahora, la pregunta obligada.
¿Quién sigue?