Arturo Popócatl.
Sin fichas suficientes para enfrentar con el mejor éxito posible su sucesión, todo indica que la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros ha decidido dar su respaldo a favor de Alfonso Sánchez García, el alcalde capitalino que en los próximos dos años y medio deberá mostrar que es capaz de ser el candidato del Partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) a la gubernatura.
No se trata solamente de hacer una buena gestión al frente del ayuntamiento, sino de hacer el necesario trabajo político para hacerse, desde esa posición, del mayor número de adeptos que impulsen su eventual candidatura al gobierno del estado.
Incluso dentro del equipo compacto de la mandataria estatal, Sánchez García no cuenta con las mejores simpatías. Eso se evidenció en la disputa de las candidaturas que estuvieron en juego en el pasado proceso electoral, cuando el ahora presidente municipal buscaba ser abanderado al Senado de la República.
Tuvo en el entonces secretario de Gobierno, Sergio González Hernández, a su más acérrimo rival y crítico. Hay razones que explicaban esa animadversión, la principal: ser hijo del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya, quien con su vástago busca crear una oligarquía gobernante.
En septiembre de 2023 lo dijo bien la senadora Ana Lilia Rivera Rivera: la oligarquía que representan unas cuentas familias. Esa oligarquía a la que, sin decirlo explícitamente, pertenece la misma gobernadora.
Contra eso es lo que va a tener que luchar el alcalde Alfonso Sánchez García: la imagen que él tiene de representar una oligarquía familiar que pretende seguir en el poder en Tlaxcala.
Por lo pronto, Sánchez García cuenta ya con una aliada en su objetivo de alcanzar la candidatura al gobierno estatal, que es la misma gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, quien la semana pasada le otorgó su respaldo en un acto público, durante la entrega de la nueva iluminación arquitectónica de la Parroquia de San José.
Un respaldo así no lo recibió el alcalde morenista anterior Jorge Corichi Fragoso ni el relevo de éste, Maribel Pérez Arenas. La reprobación de las dos cuentas públicas del ayuntamiento de Tlaxcala, correspondientes a los ejercicios de 2022 y 2023, es la mejor prueba de ese distanciamiento político que existió desde el principio.
Sin embargo, ningún tipo de respaldo será suficiente si Alfonso Sánchez García no realiza una administración exitosa. Ese trabajo será su mejor carta credencial en busca de la candidatura en 2027.
Además, debe ser consciente de que no es él la persona favorita para obtener la candidatura morenista al gobierno estatal, pues en ese lugar se encuentra la senadora Ana Lilia Rivera Rivera, quien aparentemente cuenta con las simpatías de Claudia Sheinbaum Pardo.
Eso mismo hace que Morena Tlaxcala tenga en el proceso sucesorio, su reto principal. Sin oposición enfrente, lo único que puede hacer que Morena se vea debilitado es una fractura interna. Eso pasó en el Revolucionario Institucional (PRI) y en Acción Nacional (PAN), y así les fue en 1998 y en 2010.
Es sabido que la relación política entre la gobernadora Lorena Cuéllar y la senadora Ana Lilia Rivera no es la mejor. Esa puede ser una ventaja para Sánchez García, quien, sin embargo, tiene que hacer su propio trabajo. El trampolín, que es la presidencia municipal de Tlaxcala, lo tiene, pero debe aprovecharlo y no caer en la mediocridad que mostró como titular de la Secretaría de Infraestructura. No la tiene fácil, pero la candidatura de 2027 vale todo el esfuerzo.
