El Arca… Los mensajes de Morena. ¿Freno real al abuso?
Hoy escribe Jose Guillermo Herrera
Desde Palacio Nacional, Morena ha vuelto a levantar la bandera de la ética y la austeridad. Con nuevos lineamientos, el partido guinda prohíbe expresamente a sus servidores públicos el uso de vehículos blindados, escoltas, lujos innecesarios y, como plato fuerte, el nepotismo. La intención es clara: frenar los abusos y limpiar la imagen del movimiento antes de 2027.
Pero mientras en la Ciudad de México se anuncian estos códigos morales con tono solemne, en Tlaxcala, tierra también gobernada por Morena, la realidad da un portazo en la cara de los principios.
En este pequeño estado, el gobierno adquirió 10 camionetas blindadas con valor superior a los 56 millones de pesos, sin licitación pública y con contratos reservados hasta el año 2030. ¿Dónde queda la transparencia que tanto se predica desde la cúpula del poder?
La narrativa oficial insiste, día con día, que Tlaxcala es el estado más seguro del país. Entonces, ¿cómo se justifica el uso de una flotilla blindada si no hay amenazas ni contextos de riesgo inminente? ¿No es eso justamente lo que Morena quiere evitar con sus nuevas directrices?
La contradicción es escandalosa. Mientras el partido promete frenar el derroche, una administración estatal —emanada del mismo movimiento— actúa con opacidad, discrecionalidad y fastuosidad.
Y aún más preocupante es el silencio. Desde que se destapó la compra de estas unidades, no ha habido una sola explicación oficial. Ni justificación, ni informe, ni rendición de cuentas. ¿Cómo puede Morena hablar de ética pública mientras guarda silencio ante el lujo blindado de sus gobiernos locales?
La Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido será la encargada de fiscalizar estas conductas. Pero vale la pena preguntar: ¿tiene esta comisión verdaderos dientes o solo es un instrumento decorativo?
En el papel, el combate al nepotismo y al abuso de poder suena bien. En la práctica, Morena sigue enfrentando su prueba más dura: ser coherente con lo que predica. Porque, hasta ahora, los hechos —al menos en Tlaxcala— parecen decir todo lo contrario.
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TODOS a BORDO ….Lentos…¡Vaya polémica generó en Tlaxcala el comentario burdo de que “Ser director del Metro es mejor que ser gobernador de Tlaxcala” del empresario José Luis Salinas Gutiérrez.
Las senadoras Anabell Ávalos y Ana Lilia Rivera, y las diputadas local Miriam Martínez y federal Mariana Jiménez salieron a marcar la agenda de respuestas.
Pues si bien el gobierno de Lorena Cuéllar lo hizo también, se generó la percepción de que fue un poco tarde, al igual que el partido local de Morena.
Recordar que hace años hubo un comentario desafortunado sobre el estado, y el entonces gobernador Marco Mena salió inmediatamente a responder y armó inclusive una campaña en redes de promoción de Tlaxcala, so pretexto de la crítica y burla