Edgar GARCIA/ Tlaxcala/ Crónica/  Han transcurrido 10 años y el momento amargo no se le olvida aun, María Cristina Pérez, ahora presidenta electa de Xaxala, del municipio de Chiautempan, lo tiene bien grabado en su mente.

Era la mañana del 22 de agosto del 2012; María Cristina despertó y por más que abrió una y otra vez sus ojos, además de que se los talló angustiosamente, éstos no tenían visibilidad y en efecto perdió la vista.

 El diagnóstico: Neuromelitis Óptica Bilateral, adquirida a raíz de una enfermedad cerebral.

Pensó que todo había acabado.

Que no había motivo para seguir adelante.

Que no había motivo para seguir estudiando.

Pensó que nunca más tendría una razón para reír y vivir.

Pensó en que sus amigos se burlarían de ella.

Que no habría cabida para el amor.

Haber perdido la visibilidad le orilló a abandonar las  aulas de la Universidad Autónoma de Tlaxcala. (UAT), donde estudiaba la licenciatura de Ciencias Políticas.

Cayó en depresión, no tenía ganas de hacer nada.

Fueron días, y luego meses en que pensó que era el fin.

Sin embargo, un día su madre, le dijo unas palabras que la estremecieron.

“O sigues llorando acá en la casa, o sales y cumples tus sueños y sigues adelante”.

Desde ese día,  dejó de lamentarse y se motivó para escribir su propia historia y su sueño: Gobernar su barrio, el de Xaxala.

Lo primero que hizo, fue regresar a terminar sus estudios profesionales.

Ahora, María Cristina, es una mujer independiente, sola decide su vestimenta y hasta se maquilla. No depende de nadie. Tiene sus códigos y sabe moverse por cada centímetro de su hogar. En la calle es igual, no la intimida nada.

A QUÉ SE HA ENFRENTADO.

Ya con su discapacidad visual, hace unos ayeres. María Cristina buscó participar por el Partido Movimiento Ciudadano, pero se lo negaron; el argumento su vista. El dirigente estatal Refugio Juárez  no le dio la cara, solo le mandó a decir que no era posible por su condición. Poco después participó con  Nueva Alianza, pero no tuvo suerte.

Fue en el Partido de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) donde la cobijaron para participar en el proceso electoral 2021 y hoy los resultados le dan el triunfo, es una gran oportunidad para una nueva historia. Tuvo 316 votos en las urnas, y su más cercana perseguidora de Fuerza por México apenas 136 votos.

En entrevista con La Bestia Política desde la intimidad de su hogar, acompañada de su familia y equipo de trabajo, afirmó que quiere alzar la voz y demostrar que una persona con discapacidad es capaz de gobernar a una población con más de dos mil habitantes.

A QUÉ SE DEDICA.

Desde hace cuatro años es independiente, se dedica a la gestión social y además es instructora independiente en el área de Educación Especial en Tecnologías de la Información y Comunicación.

Aseguró  que busca implementar en su comunidad una perspectiva de política y de administración diferente, no viendo las limitantes de alguien, como su debilidad visual, pues “las únicas barreras que tenemos las personas están en la mente”.

¿Qué te inspiró a ser candidata, pese a que perdiste la vista?

-Demostrar que no importa una condición física, sino la capacidad, las cualidades y las habilidades que tenemos como profesionistas, como personas preparadas y experiencia en la gestión y la administración. No debemos ver nuestras limitantes como debilidad y barreras,  pues las únicas que tenemos están en  nuestra mente.

¿Cuál es tu mensaje?

-Que nuestra voz debe ser escuchada en todos los niveles. Quiero alzar mi voz para combatir el rechazo social, por ser ciega me cerraron la puerta en un partido y fue Morena donde me la abrieron.

¿Por qué el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador?

-Porque es un hombre que ha luchado contra todo y todos para lograr su sueño de gobernar a los mexicanos, y hoy me toca cumplir mi sueño de gobernar a mi barrio.

EL PRESENTE Y EL FUTURO A LA MANO.

Ella, fue de los más de 18 mil candidatos registrados ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE), la única invidente y ganó.

A sus 32 años de edad, es Licenciada  en Ciencias Políticas y Administración Pública, egresada de la UAT, con especialidad en Gestión Pública.

Sin más, María Cristina  agarró su bastón, caminó  y se enfiló  a seguir cumpliendo sus metas y sus retos.

Sola, sin ayuda bajó sin mayor problema los tres escalones de su casa y enfiló  sus pasos a seguir visitando a quienes votaron por ella como presidenta de comunidad.

Han transcurrido 10 años y el momento amargo no se le olvida aun,  lo tiene bien grabado en su mente.

Esa mañana  del 22 de agosto del 2012 en que  despertó y por más que abrió una y otra vez sus ojos, además de que se los talló angustiosamente, éstos no tenían visibilidad y en efecto perdió la vista, y con ello hasta las ganas de vivir.

Pero como un gran ejemplo de vida, se levantó de su cama y volvió a bajar esos tres escalones en su vida y el próximo 1 de septiembre rendirá protesta y dispuesta está a  escribir una nueva historia, su propia historia.

Así es María Cristina.

Hoy, junio del 2021  es presidenta electa de la comunidad de Xaxala.