Armando GONZÁLEZ/ Tlaxcala/ Militantes del Partido del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tlaxcala se sienten relegados por el dirigente en funciones, el ex regidor capitalino Víctor García Lozano, quien dice privilegia a quienes inclusive en campaña denostaron a la candidata y hoy gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros.
Los quejosos, quienes prefirieron no hacer públicos sus nombres por temor a represalias, pero están plenamente identificados, afirmaron que, «El dirigente en funciones Víctor García se ha conducido con mero pragmatismo político, y es que en su afán de cumplir con números y nombres en la reafiliación, ha permitido la afiliación de personajes de dudosa lealtad a los principios del movimiento de no robar, no mentir y no traicionar, aceptando incluso la llegada de quienes apenas en la pasada campaña por la gubernatura, hicieron juego sucio a la hoy gobernadora Lorena Cuéllar», expresaron a este medio.
Alertaron que su preocupación parece estar más centrada en alcanzar metas aún con cascajo y oportunistas, que en reagrupar a la base y arropar a aquellos que fundaron el partido en el Estado y que hoy siguen relegados.
Detallaron que un claro ejemplo es el caso de Zacatelco, donde priistas asumieron la batuta de Morena en por encima de militantes leales y con trayectoria, sin la mayor oposición del delegado nacional, quien se supone representa los intereses de la mandataria estatal y del líder nacional Mario Delgado.
«Es así que las bases y los liderazgos morenistas están siendo proscritas, lo que al final podría representar no entregar buenas cuentas, porque habría una infiltración de grupos de intereses que serían contrarios a la Cuarta Transformación», precisaron.
Sentenciaron que preparan el envío de un documento a la dirigencia nacional para dar a conocer los desatinos de García Lozano, en espera de que se ponga orden en el descontrol que hay en el partido en Tlaxcala. «Ya basta, y de no poner orden la dirigencia nacional, saldremos a manifestarnos, pues el partido de Morena es de todos los militantes, sobre todo aquellos que tocamos puertas y más puertas cuando nadie creía en el partido».