Fabiola MÁRQUEZ / Tlaxcala, junio 2025. — La jornada electoral del pasado 1 de junio para elegir a los integrantes del Poder Judicial en Tlaxcala dejó al descubierto un profundo malestar ciudadano hacia el sistema judicial, el proceso electoral y el gobierno estatal. Así lo revelan los resultados de una encuesta realizada por la empresa Impulso Mercadológico, que evidencian desconfianza, apatía y un amplio rechazo institucional.
De acuerdo con el estudio aplicado en 600 viviendas de 30 municipios, el 84.31 % de las personas encuestadas reportó haber acudido a votar. Sin embargo, la motivación principal no fue el entusiasmo, sino el deber:
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27.03 % dijo que votó por sentido de responsabilidad ciudadana.
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24.32 % buscaba cambiar o mejorar la justicia en el estado.
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16.22 % votó por instrucciones externas, ya sea del entorno laboral o político.
A pesar de la participación, solo el 11.11 % consideró que su voto tuvo un impacto real en la mejora del sistema judicial, mientras que el 44.44 % manifestó que su sufragio tuvo poco o ningún efecto.
Desconfianza en las instituciones electorales
Los niveles de credibilidad también fueron dispares entre los organismos encargados del proceso:
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Solo el 12 % de los votantes calificó como muy confiable al Instituto Tlaxcalteca de Elecciones (ITE).
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En contraste, el 41 % manifestó plena confianza en el Instituto Nacional Electoral (INE).
Estas cifras reflejan una clara fractura en la legitimidad del árbitro local, más aún cuando se le compara con la percepción que se tiene del organismo nacional.
Votos anulados: una boleta con mensaje
Un dato relevante es que el 3.92 % de los votantes anuló su sufragio intencionalmente, muchas veces escribiendo mensajes de inconformidad en la boleta. Las razones más frecuentes fueron:
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30.65 % lo hizo por considerar que hubo injerencia política en la elección.
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24.19 % expresó inconformidad con los candidatos disponibles.
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14.52 % no confiaba en la transparencia del proceso.
Además, el 39.22 % cree que anular el voto es una forma válida de protesta, aunque el 45.10 % piensa que no tiene impacto alguno.
Abstención con desconfianza… y rechazo al gobierno
El 11.76 % de los encuestados no acudió a las urnas, motivado por el desinterés, la falta de información y la desconfianza. Pero los motivos más graves emergen entre líneas:
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El 59.46 % de quienes no votaron cree que hubo injerencia del gobierno o de partidos políticos durante el proceso.
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El 57.63 % calificó como deshonestas y desmotivantes las prácticas de “acordeones” o trucos utilizados durante la jornada electoral.
Estos datos retratan un contexto de hartazgo ciudadano y sospechas generalizadas sobre la legitimidad de la contienda.
Gobernadora, en la mira del descontento
La evaluación de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros también se vio reflejada negativamente en el estudio:
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Entre quienes votaron normalmente, el 58.33 % desaprueba su gestión, y solo el 30 % la aprueba.
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En quienes anularon su voto, el rechazo sube al 64.81 %, con apenas 22.22 % de respaldo.
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Entre los abstencionistas, el 67.31 % desaprueba a la mandataria, confirmando un panorama adverso para el gobierno estatal.
Conclusión: voto, pero sin confianza
La encuesta ofrece una radiografía de un proceso electoral que, si bien contó con una mayoría participativa, también dejó claro que la confianza institucional y la credibilidad del sistema están en crisis.
Para buena parte de los ciudadanos tlaxcaltecas, votar ya no es sinónimo de esperanza, sino una obligación, una forma de protesta o simplemente una acción sin consecuencias visibles.