Tiro con arco: llegó, se fue y nada más

El tiro con arco, un deporte que requiere de gran precisión, concentración y destreza, tenía en la Final de la Copa del Mundo celebrada en Tlaxcala una oportunidad dorada para brillar ante los ojos del mundo. Sin embargo, lo que pudo haber sido una plataforma para posicionar al estado como un referente deportivo internacional, terminó en un evento que murió mediáticamente antes de comenzar. La respuesta a este fracaso reside en una estrategia de comunicación débil, la apatía institucional y una serie de malas decisiones que sabotearon su éxito.

Uno de los errores principales fue la falta de una narrativa sólida que generara expectativa. En la organización de eventos de gran envergadura, la construcción de una historia que emocione y enganche al público es fundamental. En el caso de Tlaxcala, no hubo un esfuerzo significativo por mantener el interés antes o durante el evento. Apenas se habló del tema en los medios, y cuando se hizo, la cobertura fue breve y fugaz. El evento desapareció de las conversaciones casi tan rápido como apareció, sin dejar rastro.

Parte de esta debilidad en la promoción también se debe a la ausencia de una estrategia de comunicación integral. No hubo campañas digitales efectivas ni alianzas con atletas, influencers o medios que pudieran mantener el foco sobre la final de la Copa del Mundo. Los esfuerzos promocionales llegaron tarde, con poca fuerza y sin la capacidad de enganchar ni a la audiencia deportiva ni al público general. Un evento de esta magnitud necesitaba mucho más para sostenerse en el radar mediático.

Finalmente, las malas decisiones ahogaron cualquier posibilidad de éxito. Se dejó de lado la promoción de los propios arqueros, quienes deberían haber sido los protagonistas de la narrativa del evento. No se explotaron sus historias ni se generó contenido que conectara emocionalmente con la audiencia. Incluso los mismos atletas mostraron poco entusiasmo por su participación, reflejando la desorganización y falta de empuje. Lo que pudo haber sido una oportunidad para hacer del tiro con arco un deporte relevante en México, terminó siendo un evento que pasó sin pena ni gloria, ¿qué pensará la gobernadora de todo lo anterior?