Fabián Robles

A unas semanas de concluir su periodo como magistrado y presidente del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET), Miguel Nava Xochitiotzi confirmó su aspiración de ser reelecto por el Senado de la República, órgano encargado de designar a los integrantes de los tribunales electorales estatales.

El magistrado reconoció que su nombramiento original, otorgado hace siete años, contó con el respaldo político de los senadores morenistas Ana Lilia Rivera y José Antonio Álvarez Lima, quienes —según dijo— influyeron en su elección. Por ello, confía en que “la historia se repita”, sobre todo porque por criterios de paridad la vacante correspondería nuevamente a un hombre, ya que las otras dos magistraturas están ocupadas por Claudia Salvador Ángel y Esther Terova Cote.

“Fuimos electos por el Senado en noviembre de 2018 y tomé protesta el 9 de diciembre de ese año. Los senadores Álvarez Lima y Ana Lilia Rivera nos dieron esa encomienda. Falta poco para cumplir el mandato y sí, me gustaría continuar; la ley lo permite”, expresó Nava.

El oriundo de Contla defendió su labor durante siete años como magistrado y negó haber incurrido en abusos o irregularidades. Aseguró que bajo su presidencia no ha recibido quejas formales de partidos políticos y que el TET mantiene un índice de efectividad del 96 al 98 % en la resolución de casos.

También justificó sus altas percepciones salariales, superiores a las de la propia presidenta de la República, argumentando que están autorizadas por ley y corresponden a la carga de trabajo durante los procesos electorales.

“No tenemos pago de horas extras, trabajamos 24 horas durante elecciones. El bono que recibimos está presupuestado y permitido. Mis antecesores ganaban lo mismo; no se ha aumentado nada. Estamos bien pagados, y eso evita que se cometan irregularidades”, dijo.

El magistrado explicó que en 2024 el Tribunal solicitó una ampliación presupuestal de 16 millones de pesos, aunque no fue aprobada, y precisó que el bono especial fue financiado con recursos ya programados.

Sobre las resoluciones del TET que fueron revertidas por instancias federales —como los casos de Huamantla, La Magdalena Tlaltelulco y San Lucas Tecopilco—, Nava aclaró que no se trató de decisiones personales, sino colegiadas, y que las correcciones son parte del proceso judicial.

“Nos han corregido, sí, pero fueron decisiones tomadas en pleno. No hubo presiones ni llamadas del gobierno o de partidos. En siete años resolvimos más de 400 asuntos y sólo tres fueron revertidos”, puntualizó.

Uno de los pendientes que admitió es el incumplimiento de una sentencia de 2016, relacionada con la realización de consultas a comunidades indígenas para elegir autoridades bajo sus usos y costumbres. Dijo que el Congreso local no ha atendido esa instrucción y que el Tribunal seguirá insistiendo.

Defiende su gestión académica y la creación de la Escuela Electoral

Nava destacó como uno de sus mayores logros la creación de la Escuela de Formación Educativa Electoral de Tlaxcala, proyecto que aún no cuenta con registro oficial, pero que —aseguró— está por obtener su reconocimiento federal.

“Ya tenemos la autorización en trámite. En el Tribunal laboran 64 personas, muchas con maestrías y doctorados. Ellos serán los docentes y no cobrarán. Ya se han impartido dos diplomados gratuitos y pronto se ofrecerá un doctorado en Derecho Electoral”, detalló.

Indicó que el proyecto de presupuesto para 2026 contempla 1 millón de pesos para la operación de la escuela, y que a pesar de las limitaciones financieras, el TET “hace más con menos”.

El magistrado también defendió la edición del libro “Diálogos Jurisprudenciales en Contexto de los Derechos Humanos”, señalando que su costo fue mínimo y que su distribución fue gratuita.

Aunque el Órgano de Fiscalización Superior (OFS) reportó un gasto de 60 mil pesos por la impresión de 500 ejemplares, Nava sostiene que fueron cerca de 300 y que “todos los recursos están comprobados y transparentados”.

Asimismo, reconoció que el proyecto fue coordinado por Antonio Sorela Castillo, académico y asesor del Tribunal en relaciones nacionales e internacionales, quien percibía 10 mil pesos mensuales durante 2024. Afirmó que su trabajo “fue de calidad” y que ya no labora en el organismo.

Sobre los viajes y presentaciones del libro en el país y en el extranjero —incluyendo foros en Madrid, Colombia y Miami—, justificó los gastos al señalar que formaron parte de una estrategia de posicionamiento institucional:

“El libro incluso está en la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Fue una gestión importante y todo está debidamente comprobado”.

«Me voy con las manos limpias»

De cara al cierre de su gestión —el 13 de noviembre de 2025—, Nava Xochitiotzi aseguró que concluirá su encargo “con la frente en alto y las manos limpias”, defendiendo que su administración mantuvo altos estándares de transparencia y eficacia.

“Todo está publicado, nada se oculta. Si el Senado decide que debo continuar, estoy listo; si no, me retiro tranquilo. He cumplido con Tlaxcala y con el Tribunal Electoral”, concluyó.