(1 DE 4) EL ELEMENTO TECNOLÓGICO

En el anterior post comenté el concepto de una ciudad inteligente, insisto, no es la única definición, si bien uno pensaría que en una Smartcity la tecnología es lo principal, nada más lejos de la realidad, el eje toral en una ciudad inteligente es el factor humano; no obstante, en esta ocasión mencionare el rubro tecnológico.

Al escuchar infraestructura tecnológica en el contexto de una ciudad inteligente, imaginamos torres de telecomunicación de distintos tamaños y soportes, enlaces y/o antenas; instalaciones alejadas con personas frikis o nerds y aislados de la sociedad, pegados a su computadora en donde sólo ellos entienden los datos que procesan; quizá esto pasaba a principios del siglo XXI, hoy es distinto; y para ser más concreto en el tema, clasificaré a la tecnología en cuatro “capas”: la conectividad, sensores y dispositivos, un centro de operación e interfaces de comunicación.

Infraestructura de conectividad

Hoy la realidad es más bondadosa, se acaba de liberar la tecnología 5G en México1, ciudades como Tijuana, Hermosillo, Ciudad Juárez, Chihuahua, Torreón, Monterrey, Saltillo, Culiacán, Mazatlán, Durango, Guadalajara, León, Toluca, CDMX, San Luis Potosí, Querétaro, Puebla y Mérida ya tienen este servicio, y la empresa que lo ofrece planea dar cobertura a otras 122 ciudades a finales de 2022.

Pero a todo esto ¿en qué beneficia? A nivel individual, el streaming es la actividad de mayor consumo y familiarizados con la velocidad de descarga, citaré un ejemplo práctico: la nueva película de “THE BATMAN”, tiene una duración de 02 horas 56 minutos (para los que somos fans, sin afán de spoilear, muestra una versión de Batman más oscura), podrán descargarla en su dispositivo en cuestión de dos a tres segundos, sí, leyeron correctamente, en menos de cuatro segundos tendrán almacenados aproximadamente 2.6 Gb de audio y video. Claro, valoren para ese momento si su plan de datos tiene mínimo esa cantidad mensual.

En 5G, su baja latencia de aproximadamente 1 milisegundo y el aumento de capacidad de conexión de dispositivos de 1 a 100 en comparación a la 4G, cambiará la realidad en telecomunicaciones para las organizaciones y gobiernos; dejando atrás la idea de una red muy compleja con erogaciones económicas altas y con mantenimientos costosos; ahora se resume en conectividad.

Este año, los concesionarios del espectro radioeléctrico y sus frecuencias abren la puerta a 5G, y la masificación de sensores de todo tipo, permitirían montar una red virtual para gobiernos estatales o municipales a costos accesibles, dando apertura al Internet de las cosas (IoT).

El internet hasta ahora es una red de comunicación entre personas, pero con el “IoT” los dispositivos y sensores se conectarán entre sí, obteniendo e intercambiando datos en todo momento a través de Internet para realizar funciones específicas sin la intervención humana; esta ingeniería de comunicación y transmisión de datos, permitirá en una ciudad, obtener información de las actividades en su conjunto, ¿cómo será posible recopilar la información?, continuemos con la segunda capa.

Sensores y dispositivos.

En México, 7 de cada 10 personas mayores de seis años son usuarios de Internet, y se estima que, de ellas, 9 de cada 10 se conectan desde un teléfono inteligente2.

Hagamos un ejercicio de nuestro municipio, la capital tiene una población de 99, 8963 habitantes; de los cuales, si tomamos el rango de edad de 20-64 años con datos del INEGI, tendríamos un margen de 56 mil personas, el setenta por ciento de esta cifra, es alrededor de 39 mil, consideremos el noventa por ciento con un teléfono inteligente, nos proyecta 35,000 dispositivos móviles; si se diseñan planes de monitoreo con al menos el cinco por ciento de participación, se obtendrían 1,750 nodos de información que pueden proveer datos de la ciudad como el comportamiento social, horarios de movilidad, interacción gubernamental, seguridad, servicios públicos, entretenimiento, etcétera, sin vulnerar la privacidad y seguridad del usuario que otorga dicha información de manera voluntaria; solo se requieren datos genéricos, no personales.

En lo que respecta a los sensores (dispositivos electrónicos y/o ópticos para detectar, medir o indicar variaciones de magnitudes físicas tales como temperatura, presión, movimiento, humedad, luz, velocidad, proximidad, entre otros, que convierte el parámetro físico en una señal digital obteniendo un dato), tienen un precio decreciente, así como menor consumo energético que amplía su vida útil, incrementado el ecosistema masivo del IoT.

Estas condiciones permiten a los gobiernos implementar y administrar una red de sensores ubicados en el territorio, para obtener y enviar datos como temperaturas, precipitaciones, concentraciones sociales, contaminación, tráfico, trámites, calidad del aire, salud pública, accidentes, por citar algunos; incluso realizar acciones con información que obtienen de otros sensores; a la par se generarían modelos de comportamiento de la ciudad como un sistema vivo con diagnósticos, para diseñar programas y acciones certeros.

Esbocemos un probable escenario en la capital; entre agosto y septiembre a la altura de la zona conocida como “Artesanías”, al menos una vez el afluente del río Zahuapan se desborda por las intensas lluvias, afectando con inundaciones a la zona del Congreso del Estado, puente rojo, parque Juárez, bulevar Mariano Sánchez, Emilio Sánchez Piedras, calle 1 de mayo, Allende, Lardizábal, 20 de noviembre e incluso el centro de Tlaxcala.

Si se instalaran en su trayecto desde Tizatlán, sensores barométricos, ultrasónicos y telemetría, se podría proyectar con minutos previos si se desbordará o no el río, y esta información se enviaría directamente a un centro de operación para actuar de manera inmediata, y paralelamente a los usuarios con un “PUSH NOTIFICATION”, alertando a los locatarios, transeúntes, conductores, a tomar las medidas necesarias o alejarse de la zona si es posible, evitando afectaciones físicas y/o materiales.

¿Se imaginan la cantidad de datos que podemos recolectar? La combinación de la red 5G con dispositivos y sensores permitirán saber cuándo y dónde se congestiona el tráfico con mayor precisión; hacia dónde se dirige, y qué avenidas son clave para mejorar la circulación en determinados horarios; qué calles en las comunidades o colonias son menos concurrentes o solitarias, diseñando acciones para la prevención del delito, cuantificar el número y ubicación de luminarias con falla, para minimizar los tiempos de solución; saber cuándo y qué tipo de turista nos visita, focalizando las zonas de atracción, para mejoras continuas, fortaleciendo la actividad en este rubro. Las posibilidades de conocer mejor a nuestro municipio son exponenciales.

Los sensores o dispositivos de usuarios informarán las zonas en donde haya fugas de agua, y de forma automática, los sistemas podrán diseñar calendarios de atención con base en las distancias y fuerza de trabajo, ahorrando tiempo y recursos.

Los sensores pueden mostrar rutas y horarios de recolección de basura, con una precisión de minutos a través de una notificación a su dispositivo o por solicitud del ciudadano (On demand).

Centro de operación.

Esta tercera capa tecnológica, permite procesar los datos en información útil en beneficio de la sociedad: ciudadanos, grupos vulnerables, gobierno y sectores productivos. En una analogía con el cuerpo humano, ya tenemos el sistema nervioso (infraestructura) que envía datos mediante las terminales (sensores), pero se requiere de un cerebro que los interprete, es en este punto, donde entra a escena un centro de operación, almacenamiento y procesamiento de datos para crear información; equipado con computadoras, servidores, redes internas, personal especializado en tecnologías, siendo el puente principal, el punto de conexión con el recurso humano como eje fundamental de una ciudad inteligente.

Con un sentido holístico el centro debe ser colaborativo y participativo, interactuando con servicios públicos, equidad de género, seguridad, tránsito, turismo, deporte, cultura, desarrollo económico, planificación urbana, ecología y medio ambiente; generando una integración que facilite la comunicación para el diseño predictivo de acciones y entregar servicios de la ciudad más eficientes, planificar el crecimiento urbano o reducir drásticamente los tiempos de reacción en situaciones críticas; así mismo aclarar que no es un C2, C4 o C5.

Combina disciplinas como el bigdata, machine learning y la inteligencia artificial, para dar un valor agregado a los datos que convierte en información útil y practica para la administración pública y sociedad; administra la infraestructura de telecomunicaciones; provee información actual y veraz a los responsables de ejecutar las políticas públicas, planes, programas, acciones para otorgar una radiografía dinámica del comportamiento de la ciudad, a la par, genera información para la sociedad en un modelo de datos abiertos.

Un centro de operación está conectado a la ciudad en tiempo real con cientos o miles de sensores y dispositivos diseminados por su territorio; equipado con sistemas de información y sistemas de análisis, que permiten a los operadores dar seguimiento; de igual forma tomar decisiones rutinarias o que intervengan rápidamente con información veraz y precisa en casos de macro eventos como conciertos, reuniones multitudinarias, del mismo modo en temas de seguridad o siniestros naturales.

Hoy se generan miles de datos a cada hora en una ciudad, la utilidad de un centro de esta naturaleza radica también, en tener la capacidad de captación y almacenamiento de grandes volúmenes, para posteriormente administrar y clasificar, mediante metodologías y software que permita visualizar comportamientos históricos.

Interfaces de comunicación.

Aplicaciones y sistemas de comunicación son el último eslabón que conecta el todo en una Smartcity, por tanto transforman los datos en información, que crea conocimiento, el nodo con los ciudadanos, grupos vulnerables, sectores productivos y gobierno, creando una comunicación omnidireccional inclusiva, en donde se realiza la entrada-proceso-salida de todos los datos, consumen pero al mismo tiempo generan para todos los involucrados; es también la herramienta para incentivar el acceso a información pública, útil y práctica,  con servicios digitales que automaticen, transparenten y mejoren los tramites que ofrece el gobierno, y garanticen una verdadera cultura de rendición de cuentas.

Estos canales de comunicación directos pueden ser aplicaciones móviles, portales web, sistemas de alerta temprana ciudadana, puntos físicos de difusión audiovisual, redes sociales, sistemas de información geográfica, disponibles todo momento, garantizando la participación activa de la sociedad, ya que al consumir datos cada individuo o sector, incentiva a generar más datos realizando un ciclo virtuoso. Un modelo de herramienta como Google maps, permiten al usuario obtener datos para sí mismo ¿Qué pasaría si concentráramos datos en temas de la de ciudad?

Vamos con otro ejemplo: Waze es una plataforma en donde el usuario alimenta y consume al mismo tiempo, esto permite saber las condiciones de tráfico en tiempo real, en ciudades como Monterrey, Guadalajara y la misma CDMX; en Tlaxcala capital, pocos la utilizan (nos falta desarrollar la cultura digital, y claro, será tema para un post), demos el siguiente paso, no es práctico y seguro estar revisando el dispositivo móvil cuando vas manejando, por muchas razones, pero una aplicación web, te puede informar, vía mensaje de voz en primer plano, si hay una manifestación, accidente o corte a la circulación vial en la zona por donde transitas; en muchas ocasiones cuando nos trasladarnos de un punto a otro, no usamos el “celular” en nuestra ruta cotidiana. Con el IoT e interfaces, podremos tener una comunicación continua, precisa, útil y como se dice en el medio, Full dúplex. Para informarte con anticipación sobre tu ruta de manera muy personalizada que hará el trayecto más eficiente y confortable,

Esto no solo aplica para los usuarios de vehículos particulares, también para el transporte público en donde se traslada la mayoría de los habitantes del estado y municipio, contribuyendo a la disminución de accidentes, al tráfico denso e indirectamente ser una sociedad más ordenada. La suma de datos generados por cada uno de nosotros y agregados al macro, mediante interfaces, eficientiza los mismos servicios públicos aumentado la armonía entre sus habitantes.

En la siguiente entrega, concientizaremos el valor de los datos, sus distintas fuentes y maneras de interpretar, hacer visible lo invisible; la información es omnipresente, pero aún no la visualizamos.

1 https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Telcel-estrena-su-red-5G-en-Mexico-arrancara-en-18-ciudades-del-pais-20220222-0040.html

2 https://www.inegi.org.mx/contenidos/saladeprensa/boletines/2021/OtrTemEcon/ENDUTIH_2020.pdf

3 https://cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/tlax/poblacion/