La semana pasada compartí con el titular del ejecutivo estatal, una carta donde expuse la necesidad de que el Gobierno del Estado, enfoque un apoyo para los niños y niñas que hayan perdido a sus padres o tutores a consecuencia del Covid-19.
La petición que hice al Gobernador Mena, radica en que, dentro de los daños colaterales que dejará esta pandemia, además de la crisis económica y de seguridad, será la deserción escolar a causa de la falta de recursos económicos.
Se estima que al rededor de 2 millones de niñas, niños y jóvenes de todo México dejarán de asistir a escuelas particulares para integrarse a escuelas públicas ¿por gusto? seguramente no, sino como una consecuencia de los más de 15 millones de empleos perdidos en nuestro país, tan solo durante este año.
La deserción escolar con la economía como factor primordial, merece que como gobierno y poder legislativo, se comprometan a crear políticas públicas que eviten que niñas, niños y jóvenes abandonen sus estudios a causa de la pandemia.
Por eso dirigí esta carta al gobernador del estado, para pedirle que se creé un fondo estatal que permita otorgar becas escolares a las niñas, niños y jóvenes que hayan perdido a sus padres o tutores, a consecuencia de la pandemia.
De aceptar esta propuesta, el gobierno cobijaría a cientos de casos de familias que hoy están preocupados por comer, mucho antes que en estudiar.
Contar con una beca como la que propuse la semana pasada, ayudaría a reducir en Tlaxcala la brecha de desigualdad, que según indicadores del INEGI, crecerá más en nuestro país, a causa de la pandemia y del mal manejo de la crisis sanitaria, económica y de seguridad.
Tenemos en el gobierno de Morena a nivel federal, a un presidente indiferente ante el dolor ajeno; como estado, nuestra obligación es velar por los intereses de las y los tlaxcaltecas; como legisladores, impulsar propuestas que respalden la posibilidad de una vida mejor para las mexicana y mexicanos.
Seguiré insistiendo en la creación de esta beca para niñas, niños y jóvenes que tuvieron la desgracia de perder a sus padres o tutores, hasta que el gobierno del estado visibilice el problema e implemente una solución.
Nos leemos el siguiente miércoles, desde San Lázaro.