Por Rubén Terán Águila

Como nunca antes un Secretario de Gobernación Federal comparece ante los Congresos Estatales a fin de que el Constituyente Permanente ratifique la “Reforma del Artículo Quinto Transitorio del Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política, en materia de Guardia Nacional, publicado el 26 de marzo de 2019”, aprobada en días pasados, en ambas Cámaras de la Unión. Por primera vez, los medios de comunicación dan seguimiento puntual al proceso legislativo llevado a cabo en los Estados, a fin de consolidar la reforma Constitucional que permitirá al Ejército permanecer en tareas de Seguridad Pública hasta 2028, dentro del marco normativo aprobado.

Estas nuevas formas ratifican el proceso de cambio del Sistema Político Mexicano, el proceso de transformación que encabeza el Presidente, regresando al espíritu federalista de 1917, retomando un federalismo activo y con esta visión establecer un nuevo pacto Republicano donde los Congresos Locales no somos vistos como una simple oficialía de partes, que da trámite a las reformas aprobadas del Legislativo Federal.  Se devuelve a los Legislativos Estatales su altura y dignidad como parte del Constituyente Permanente y la comparecencia del Secretario de Gobernación Federal ante los diputados de nuestra Entidad, refrenda el convenio federalista, en un acto histórico encabezado por el maestro Adán Augusto López Hernández.

Cabe mencionar que la reforma a discusión, no fue presentada por el Gobierno Federal o por el Partido MORENA, es una reforma propuesta por el PRI y su bancada en la Cámara de Diputados Federal, rompiendo, por el bien de Nación, la mal llamada veda legislativa. Justo en este punto está la base de este nuevo pacto Republicano, primero la unión y cooperación de Gobierno y Oposición por los intereses superiores de la Nación y segundo retomar en los hechos el pacto Federal, restituyendo en lo público la importancia a los Poderes de las Entidades, rompiendo así el modelo centralista que tanto daño hace a México, asumiendo como vía fundamental el diálogo entre las Entidades y la Federación como iguales ante los retos que enfrentamos como País.

A pesar de ser  un proceso histórico, las participaciones de algunos legisladores  federales y locales en varias entidades, no están exentas de maniqueísmo político y una búsqueda de protagonismo, que se contrapone al proceso social que se construye en esta nueva realidad, pero los hechos  sostienen como nunca las palabras de Pablo Neruda: “Podrán intentar cortar las flores, pero no detendrán la primavera” y la comparecencia del Secretario de Gobernación en representación del Ciudadano Presidente de la República es muestra de ello.

El resultado en las votaciones de los diversos Congresos Estatales, pasa a segundo término ante un ejercicio plenamente federalista, ratificando los principios de nuestra Nación Demócrata y Republicana. La Cuarta Transformación, no es un espejismo o un eslogan de esta administración, es una transformación profunda que retoma el sentido constitucionalista emanado de la Revolución de 1910, que propugnaba por un México construido por todos, con una participación plena y consolidada de las Entidades Federativas. Esta revolución pacífica iniciada por Andrés Manuel López Obrador se consolida en los pasos dados para una transformación profunda del sistema político, que rinde y rendirá frutos en beneficio de nuestro pueblo.

Hablar de una militarización de la vida cotidiana y del Gobierno de la República, que no existe, es hacer eco de una expresión que busca no solo desinformar, sino también deformar el sentido de la reforma que tiene como fin garantizar la seguridad de nuestros pueblos. Esta afirmación niega la situación de violencia palpable en todo el país y la ausencia de una infraestructura civil real y capaz de hacerle frente a los retos que enfrentamos como sociedad en materia de seguridad. Alargar el tiempo de participación de las Fuerzas Armadas en materia de seguridad pública, otorga el espacio necesario para dotar de capacitación e infraestructura a una organización policial civil, no es posible negar la capacidad de fuego y de personal que tienen las organizaciones delincuenciales y ante esa realidad, solo con el apoyo de fuerzas regulares del Ejército y la Armada, se puede hacer frente a los diversos carteles que se asientan en diversas latitudes de la nación; hablar de militarización no obedece a la realidad y solo es discurso basado, desafortunadamente, en intereses propagandísticos y electorales, dejando de lado la responsabilidad que como representantes populares, tenemos ante los desafíos que enfrenta la sociedad.

Mi voto a favor de la ratificación de la reforma, es un acto de congruencia a mi postura y el sentido de mi voto en 2019, en la Cámara de Diputados Federal, obedece a mi compromiso de legislar y trabajar en beneficio del pueblo de Tlaxcala y apegado a mis principios, tratando de construir un mejor futuro, teniendo como base principal el proverbio Indio, que sentencia que

  “La Tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos”.