Miriam Martínez Sánchez solicitó licencia al cargo de presidenta estatal del albiazul, y en su lugar quedó Charlie Quiroz.

Fabiola Márquez/ Tras enfrentamientos entre grupos panistas, que incluyeron actos violentos, el uso de gas de extintores y lacrimógeno, así como cohetones y una fuerte agresión verbal mutua, se llevó a cabo, a puerta cerrada y en sesión extraordinaria del Consejo Estatal del Partido Acción Nacional (PAN), la elección de Ángelo Gutiérrez Hernández como nuevo dirigente estatal. En esta elección, la segunda posición más importante fue para el exalcalde de Apizaco, Pablo Badillo, con Teresa Pérez Romero quien fue nombrada Secretaria General.

El resto de la planilla quedó integrada por Leticia Degante Arenas, Jorge Rivera Sosa, Madian Pérez Gutiérrez, Wesley Paredes Pérez, Mercedes Huerta Sánchez, Vicente Trinidad Salas Tizamitl y Yuriria García Bolaños.

El choque se produjo cuando un bloque de panistas, encabezado por el exalcalde de Apizaco, Julio César Hernández Mejía; la diputada federal, Mariana Jiménez; la exdiputada local, Lety Hernández; y los exdirigentes del partido, Carlos Carreón Mejía y José Gilberto Temoltzin Martínez, entre otros, intentó ingresar por la fuerza al estacionamiento donde se desarrollaba la sesión extraordinaria. Esta acción fue repelida en más de cinco ocasiones por elementos identificados de seguridad de la dirigencia estatal, quienes utilizaron gas de extintores y lacrimógeno para evitar su entrada.

Los inconformes, que llegaron desde las 9:30 de la mañana, demandaron a gritos que el proceso de selección de la dirigencia fuera abierto a la militancia, reiterando su denuncia sobre la imposición de Ángelo Gutiérrez, esposo de la dirigente saliente, Miriam Martínez Sánchez. «Es un proceso amañado», expresaron, mostrando recortes periodísticos en los que se denunciaba al exalcalde de Apetatitlán como un violador de derechos.

En el último intento, un grupo de mujeres, encabezadas por la diputada federal Mariana Jiménez, intentó forzar el portón, pero fueron recibidas con gas en el rostro, lo que las llevó a desistirse y denunciar que habían sido violentadas.

Finalmente, tras la consumación de la unción de Ángelo Gutiérrez, los inconformes se retiraron, no sin antes advertir, a través de la voz del exedil de Apizaco, Julio César Hernández Mejía, que no permitirán que el exalcalde de Apetatitlán esté tranquilo en su cargo, ya que agotarán todas las instancias legales y resistencias.

Momentos más tarde, el nuevo dirigente panista ofreció una breve conferencia de prensa, acompañado por el delegado del Comité Ejecutivo Nacional, José Luis Ovando Patrón. Gutiérrez lamentó los hechos violentos ocurridos y responsabilizó de ellos a personas afines a la exsenadora y aspirante a la dirigencia nacional del PAN, Adriana Dávila Fernández. «Intentaron boicotear la sesión, pero no pudieron. Todos aquellos que han traicionado a nuestro partido no tienen más cabida en Acción Nacional; no hay cabida para quienes violentan los estatutos, para quienes mal informan y quieren destrozar a nuestra institución. Estamos listos para trabajar sin ellos», sentenció.

Simultáneamente, sus simpatizantes expresaron a gritos que era hora de que los traidores se fueran del PAN, en alusión a quienes se habían manifestado.

Ángelo Gutiérrez rechazó reiteradamente que la dirigencia estatal hubiera contratado grupos de choque, afirmando que quienes resguardaron las instalaciones eran «puros panistas».

Por su parte, el delegado del CEN del PAN, José Luis Ovando Patrón, condenó los actos violentos ocurridos en el exterior del partido, afirmando que las instancias del partido deberían proceder. Señaló que los panistas no deben cuidar intereses particulares ni de grupo, sino cerrar filas para enfrentar a los gobiernos autoritarios de Morena en Tlaxcala y en el país. «Fue una sesión tranquila, con apego a los estatutos y con toda la legalidad».

Cabe destacar que un periodista fue alcanzado en la espalda por un cohetón, y otro fue amenazado por la «seguridad privada» que resguardaba la sede del partido estatal.