En Chiautempan, la historia política parece atrapada en un ciclo viciado donde los nombres cambian de camiseta, pero no de ambiciones. Morena logró la reelección con Blanca Angulo, partido que gobierna por segunda ocasión consecutiva con el respaldo de la maquinaria guinda y el sello de continuidad que, para algunos, sabe más a control que a convicción ciudadana.
Pero el verdadero espectáculo está en las filas de quienes perdieron y ahora buscan redención en el partido que hasta hace poco combatían. Nicolás Gutiérrez, exabanderado de la alianza PAN-PRD, no tardó en lanzarse a los brazos de Morena. Lo arrastró al redil Marcela González, una de las operadoras del oficialismo que ya teje los escenarios del 2027. El mismo Gutiérrez que en campaña acusaba, señalaba y descalificaba a la 4T local, hoy sonríe con el chaleco guinda como si nada.
El problema es de fondo: ¿Morena aceptará que quien los denostó con vehemencia se vuelva su carta fuerte en la siguiente elección? ¿O le harán pagar derecho de piso simbólico antes de bendecirlo con la candidatura? La lucha no será menor: dentro del partido hay cuadros que no olvidan y militantes que ya se incomodan con tanto reciclaje.
Mientras tanto, en Movimiento Ciudadano, Ángel Barbosa parece estar en modo “si no es ahora, será después”. Persistente pero sin impacto, su candidatura suena más a hobby electoral que a opción viable.
En el PRD, el eterno contendiente Alejandro Netzahualcóyotl ya afila los mismos discursos de siempre, esos que repite elección tras elección como si el tiempo no pasara por él ni por el partido que lo sostiene.
Pero la nota azul también se cocina. En el PAN, quien ha levantado la mano es Damián Mendoza, exdiputado local que quiere convertirse en la carta fuerte para recuperar un terreno que la derecha perdió por fragmentación y errores estratégicos. Mendoza tiene estructura, tablas y oficio, pero es una verdadera incógnita. Mientras, en el PRI quieren postular a un saltabrincos: quien fue dirigente municipal del PAN, luego se pasó al PRD y ahora es priista.
En Chiautempan nadie pierde del todo. Los candidatos regresan como si el tiempo fuera una anécdota menor. Saltan de partido como si cambiar de camiseta borrara el historial. La política aquí no castiga el oportunismo, lo premia. Lo que parece importar no es la congruencia, sino la cercanía con el poder de turno. ¿Qué importa lo que se dijo en campaña si ahora se puede posar en la misma foto?
Chiautempan vive la política como un juego de espejos: lo que hoy es enemigo, mañana es aliado. Y en medio de esa simulación, los ciudadanos siguen esperando gobiernos que realmente resuelvan.
******
LA CAMINERA.…Tunden en redes a la gobernadora por mensaje a migrantes…El mensaje de la gobernadora Lorena Cuéllar en apoyo a migrantes con problemas en EE. UU. desató una ola de críticas en redes sociales. Usuarios la acusaron de cinismo e incongruencia, cuestionando cómo puede ofrecer seguridad en el extranjero si no puede garantizarla en Tlaxcala. La inseguridad, los asaltos y la falta de medicamentos fueron los principales reclamos.
La conversación digital exhibió el hartazgo ciudadano ante un gobierno que, aseguran, prefiere el discurso que la acción.
******
AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS…Alcaldesa novata…Trabajadores del Ayuntamiento de Santa Isabel Xiloxoxtla denunciaron por escrito a la presidenta Yazmín Jiménez Rugerio por presuntas irregularidades administrativas, abusos de poder, nepotismo y violaciones a derechos laborales. Señalan falta de pagos, despidos injustificados, hostigamiento, opacidad y exigencias indebidas a empleados.
Vaya problemática la de una alcaldesa que ganó bajo las siglas del PRI, pero terminó refugiada en Morena, partido que ni siquiera la presume. Su gobierno es un caos institucional. Los firmantes exigen la intervención urgente del Gobierno Estatal y el Congreso local para restablecer el orden, la transparencia y la dignidad del servicio público en Xiloxoxtla.
Apenas fue la gobernadora y practicamente le llamó la atención para que no deje perder recursos, como el del Banco del Bienestar.
