El Gobierno Municipal de Apizaco llevó a cabo una jornada significativa del programa “Adopta un Jardín”, en la que se rindió un sentido homenaje a uno de los árboles emblemáticos del parque central de la ciudad: un fresno que por más de cuatro décadas brindó sombra, oxígeno y vida a este espacio público.
Este árbol, plantado en la década de 1980, fue testigo silencioso de múltiples generaciones de familias, historias y momentos entrañables que marcaron el corazón de Apizaco. Sin embargo, el paso del tiempo debilitó considerablemente su estructura, representando un riesgo para quienes transitan por el lugar, por lo que se tomó la decisión responsable de retirarlo.
Como parte de su legado, el fresno será transformado en composta, que será utilizada para nutrir nuevos árboles, asegurando así que su ciclo de vida continúe a través de la tierra que tanto enriqueció.
Con esta acción, el Ayuntamiento reafirma su compromiso con el medio ambiente, la memoria colectiva y la regeneración del entorno urbano, promoviendo una cultura de respeto y amor por la naturaleza.
Apizaco crece, florece y honra sus raíces.