¡Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí!

El cuento más corto del mundo, que nos legó Augusto Monterroso, tiene más vigencia que nunca. Ciertamente, en todo el país, y con un impresionante arraigo y crecimiento sostenido, ahora también en Tlaxcala. Explícome: en la vida democrática de México, concretamente del año 2000 a la fecha, ha habido dos grandes alternancias: la del 2000, con la llegada de Vicente Fox a la presidencia de la república, pero, sobre todo, por la salida del PRI del poder, después de más de 70 años ininterrumpidos de haberlo ejercido en plenitud, con todos sus alcances y, por supuesto, con todos sus excesos. Dos sexenios de panismo y uno más del PRI, combinados con un caudillo popular, lograron la segunda alternancia, instalando en el poder a Morena, quien aún hoy se mantiene en el poder.

Con el triunfo del Obradorato, el pueblo de México se fue a dormir, confiado en que, después de años de soportar el voraz apetito del dinosaurio, es decir, del sistema político que insaciablemente se había atascado, alimentándose no solo de los recursos públicos, sino de sueños y esperanzas de un pueblo noble y tenaz, que incansablemente lucha por salir del pantano y ascender a los valles verdes de una vida mejor, para ellos y para sus hijos.

Así fue que, en diciembre del 2018, al despertar, el dinosaurio se había ido, lo que nos permitió salir de cacería sin temer a ser alimento del, por fin, extinto iguanodonte. Desde antes de que AMLO concluyera, algo extraño pasaba en la matrix; fisuras en la realidad se presentaban en todo México. Sin embargo, el expresidente tranquilizó al pueblo y se fue a La Chingada, allá en Chiapas. Aún después de ello, el pueblo siguió disfrutando el verde valle al que logró llegar después de despertar seis años atrás. Sin embargo, el periodo vacacional de 2025 le dio un giro de 180 grados a esto y descubrimos que nadie había despertado, que el dinosaurio no desapareció, solo fue una fase REM del sueño; así es, esa trampa que Morfeo deposita en los sueños y que nos hace soñar que estamos despiertos. De golpe y porrazo advertimos que soñábamos dentro del sueño; porque la sacudida de los excesos de Andy en Tokio, de Mario Delgado en Lisboa, de Pedro Haces en Madrid, y de toda esa pléyade de integrantes del actual régimen, incluida la famosísima «Dato Protegido»; nos permitió percatarnos de que el dinosaurio sigue aquí.

Y este amargo despertar no es exclusivo de los grandes escenarios nacionales; en cada rincón del país, desde los estados hasta los municipios hemos salido abruptamente del sueño, el dinosaurio sigue caminando imparable en todo el territorio nacional incluido Tlaxcala. Las huellas apuntan al temido Rex, que ilusamente creímos se había ahogado en el tsunami guinda, provocado por la devastadora votación ciudadana de 2018.

Ciertamente también en Tlaxcala se han sufrido los excesos morenos., la decepción lorenista, la indolencia gubernamental, los gastos onerosos, el alza de la inseguridad, la cada vez incontenible necesidad de justicia por cuenta propia, reflejada en los linchamientos de Nativitas y de Zacatelco, así como en los que se han quedado en intento por decenas de veces, la prioridad de los intereses personales y políticos por sobre sus obligaciones derivadas de sus encargos públicos, gasto sobre gasto, calles y vialidades deterioradas en exceso, inundaciones con estragos no antes vistos, represión a las manifestaciones, sistema carcelario en entredicho.

En todo este amargo despertar, hay que anexarle la carrera en la sucesión del poder en 2027. A dos años, los hijos del régimen local, tanto los favoritos como los pródigos y hasta los de los vecinos, avanzan en ruta directa al 2027, no importa si presiden la capital del estado, o despachan en la avenida presidente Masaryk de Chapultepec en la CDMX, o si cuentan con curul senatorial o bien con escaño en la Cámara Federal de Diputados, o si son responsables de la educación en nuestra entidad federativa. ¡TODOS, SIN EXCEPCIÓN! Han logrado hacernos saber que el dinosaurio todavía está con nosotros.  Y es que nada de lo descrito es lo que nos ofrecieron, todo lo contrario. Si bien prometieron la luna y las estrellas, a mí me parece que la eficiencia, la eficacia, la honestidad y el respeto por la ley eran más que suficientes.

Sin embargo, a diario vemos los enormes coletazos del reptil prehistórico: humillando a ciudadanos para disculparse por opinar, contratando a maleantes al frente de la seguridad pública, sacando a reos a delinquir, utilizando estructuras de gobierno en promoción personalizada y actividades electorales, canalizando programas de obra pública hacia un solo municipio a fin de proyectar a quien lo preside, sometiendo a los poderes públicos a la voluntad de uno solo de los tres que nos hacen definirnos como republicanos, o buscando exprimir todo en su favor, ya sean nuevas notarías, concesión del manejo de residuos municipales, compras y adquisiciones, capacitaciones o servicios. O el uso de institutos políticos, tal si fueran empresas particulares donde todos los dividendos son para un pequeño manojo de accionistas

Todo lo que signifique dinero, tal cual hambriento dinosaurio, es devorado por aquellos que dijeron que no son iguales; desconsoladora es la Lección de Monterroso. Triste despertar vaticinó en 7 palabras el autor del cuento más corto del mundo, condenándonos a despertar en diferentes eras paralelas al tiempo que, a pesar de estar en permanente evolución, siempre encontraremos en nuestro vecindario al inmortal iguanodonte. Y no importa si eres poblano, veracruzana, chilango o tlaxcalteca, que el único cambio que el dinosaurio ha tenido para sí… es su color.