- En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, la legisladora perredista exigió justicia y transformación estructural de las instituciones, señalando que en México son asesinadas diez mujeres al día.
Mariana LOVERA/// Desde la tribuna del Congreso local, Laura Yamili Flores Lozano, legisladora del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pronunció un contundente discurso en el que, lejos de conmemorar, denunció la violencia histórica y actual contra las mujeres en México, a la que calificó como una “herida abierta que no deja de sangrar”.
Con datos oficiales del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del INEGI, la diputada expuso la cruda realidad que vive el país: “Diez mujeres son asesinadas cada día”, declaró, subrayando que más del 70% ha sufrido algún tipo de violencia a lo largo de su vida. Destacó el alarmante incremento en la incidencia de feminicidios, al pasar de 0.66% por cada 100 mil habitantes en 2015 a 1.76% en 2024.
“Cada cifra tiene nombre, tiene historia, tiene familia y tuvo sueños”, afirmó con emotividad, honrando la memoria de las víctimas.
Flores Lozano reconoció los avances legislativos logrados, como la paridad y el reconocimiento de la violencia política por razón de género. Sin embargo, advirtió que la igualdad jurídica no se traduce en igualdad real. “No nos confinamos ni engañamos”, afirmó, señalando que el principal obstáculo es un problema cultural e histórico: el patriarcado.
“El patriarcado permanece en cada mujer que denuncia y encuentra indiferencia. Permanece en cada niña que tiene miedo de volver sola a casa. Permanece en las instituciones del Estado que deberían cuidarnos y no lo hacen”, aseveró.
La legisladora lanzó una crítica directa a la ineficacia de las instituciones de seguridad. “En México, la policía no cuida ni a la presidenta. Eso no es solo un símbolo, es diagnóstico”, declaró. Este hecho, argumentó, envía un mensaje de miedo e inseguridad a todas las mujeres del país y evidencia la incapacidad del Estado para garantizar el derecho fundamental a la seguridad y a la integridad física.
En un punto central de su intervención, la diputada perredista aclaró el objetivo de la lucha feminista. “La lucha no es entre mujeres y hombres, la lucha es contra de aquellas instituciones que siguen reproduciendo la cultura del patriarcado”. Afirmó que el enemigo “no tiene partido, no tiene color ni bandera”, sino que está arraigado en las estructuras sociales y estatales.
Hizo un llamado a la unidad y a la sororidad: “La transformación real nace cuando caminamos juntas, cuando nos reconocemos como aliadas (…). El feminismo no es moda, no es discurso vacío, no es adorno para campañas. Es lucha, memoria, verdad y esperanza”.
En nombre de su partido, Flores Lozano reafirmó su compromiso con la causa. “Nuestra lucha como mujeres nace de la calle, con sororidad con las colectivas, con las madres buscadoras, con las defensoras”. Dejó claro que su objetivo no es “administrar el dolor ni normalizar la violencia”, sino “transformar las instituciones que durante décadas han fallado”.
Concluyó su participación con una serie de consignas que resonaron en el pleno: “No habrá futuro mientras una sola mujer siga desaparecida, violentada o silenciada. (…) Porque sin mujeres libres no hay democracia. Sin justicia no hay paz. Y sin igualdad no hay futuro”.
“A las que ya no están, las nombramos. A las que luchan, las abrazamos. A las que vienen, les abrimos el camino”, finalizó, bajo la consigna final: “Porque vivas, libres y sin miedos nos queremos”.
