El hasta hoy no localizado, ex secretario de seguridad ciudadana del Gobierno de Lorena Cuellar Cisneros develó quien nos cuidaba y quien era responsable de la seguridad de todos los Tlaxcaltecas; para quienes poseen memoria corta, quiero recordarles que el Tlaxcala que si existe, dio nota nacional hace exactamente un mes, en octubre veinte para ser exactos, se difundía un video en redes sociales donde policías de la secretaría de seguridad ciudadana eran rociados con gas lacrimógeno, incluso uno de ellos entró en crisis respiratoria y tuvo que ser auxiliado por sus compañeros, tras la viralización del video, el titular de la Secretaría de Gobierno, Sergio González Hernández, minimizó el tema diciendo que “El video forma parte de un ejercicio de adiestramiento que se les estuvo dando a los policías, es la parte final, tenemos otros videos donde se ve todos los ejercicios que realizan los uniformados para que los policías estén capacitados”,  y pareciera que el responsable de la estabilidad política y social en la entidad, recurre de manera emergente y siempre de manera reactiva como cuando se hizo de dominio público la fuga del secretario de seguridad ciudadana tras una orden de presentación de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada.

Con una percepción de inseguridad en Tlaxcala a la alza, se prendían las señales de alerta de que algo no estaba bien en esa secretaría y diez días después el Diputado Juan Manuel Cambrón Soria solicitó ante el Pleno de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado la comparecencia del titular de esa dependencia donde con números y datos duros justificó su iniciativa con proyecto de acuerdo y argumentó: a veces también que las autoridades encargadas de garantizar la seguridad pública, no tengan una estrategia de combate y prevención de los delitos, con consecuencias que solo demuestren incapacidad, falta de responsabilidad o, en el peor de los casos, tolerancia, colusión, corrupción e impunidad”. La comparecencia inminente de Alfredo Álvarez Valenzuela se antojaba en prospectiva incómoda para el Gobierno del Estado y ante el incremento de delitos de alto impacto, como homicidios, secuestros, feminicidios y robo con violencia se evidenciaba nuevamente el Secretario de Gobierno González Hernández que tras conocer la solicitud del Diputado Cambrón, respondía orondo que esa comparecencia sería valorada:“Yo pediría a los diputados que también hagan un análisis más profundo, entiendo que se basan en situaciones del orden mediático, pero hay muchas otras situaciones que hablan bien del trabajo de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, pues actualmente se recuperan como nunca entre cuatro y seis vehículos con reporte de robo a diario, además se han implementado otras acciones como la lucha contra la tala clandestina donde ya ha habido aseguramiento de madera (…)” lo que a la postre, durante la difícil y critica conferencia de prensa le provocó justo en el aniversario de la revolución mexicana un trago amargo y se vio obligado a presentarse ante medios de comunicación para leer y dar conocer un posicionamiento en el que señaló que no estaba localizable el titular la Secretaría de Seguridad Ciudadana y daba a conocer “la suspensión de los efectos del nombramiento como secretario de seguridad ciudadana” y en consecuencia, por instrucciones de la Gobernadora se tuvo que nombrar a un encargado del despacho.

Con toda esta relatoría que pareciera una novela policiaca, apenas comienza el “Calvario” del Gabinete del Gobierno Estatal; ahora no sólo para una Dependencia, pues esta semana otro Diputado, por cierto líder de la bancada del partido del trabajo Miguel Ángel Covarrubias Cervantes, otrora aliado electoral en la elección pasada, solicitó la comparecencia del secretario de gobierno argumentando “es interesante que personajes con antecedentes y pendientes con la ley pudieran obtener cargos en la administración pública morenista, principalmente, en el ámbito de seguridad” y como reza una expresión  popular, para que la cuña apriete ha de ser del mismo palo, parecería que el Poder Legislativo despierta de su letargo y se nota proactivo y con iniciativa para hacer efectiva una división de poderes, ausente en el sexenio pasado y por demás devaluada y dilapidada la anterior legislatura, que habría que esperar como se reconfigura de consumarse o no la aprobación del fondo para el resarcimiento a las finanzas municipales, donde el Partido de Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) encarnado en los Diputados de la Cuarta Transformación están obligados a actuar con congruencia y defender su honorabilidad al rechazar el llamado “Fondo Moches”.

Lo verdaderamente importante en materia de seguridad pública, más allá de los discursos y comparecencias será observar cuanto presupuesto le asignan las y los diputados locales a las acciones encaminadas a salvaguardar la integridad y seguridad de cada uno de los Tlaxcaltecas, será necesario poner atención a los sueldos y salarios, capacitación, seguridad social, tecnología y equipamiento en vez de medir la tolerancia al gas lacrimógeno de parte los policías; proveer y vigilar los protocolos para la designación de funcionarios en áreas nodales de seguridad pública, con conocimiento y experiencia probada más allá de filias y fobias partidistas, pues insisto, en ese ejercicio mental de memoria al que apelo al inicio de esta columna de opinión, quien despacha hoy como encargado de esa secretaría, fue representante del Partido Político MORENA ante el Instituto Tlaxcalteca de Elecciones en el pasado proceso electoral y antes fungió como consejero Electoral de ese mismo órgano electoral, cierto es que no se descarta su paso al frente de la dirección de la policía municipal del Municipio de Tlaxcala bajo las ordenes de la Presidenta Municipal de Anabel Avalos Zempoalteca y antes como Comisionado Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública del Poder Ejecutivo.

La impunidad entonces, así como el tráfico de influencias quedan expuestas si en todo este caso, no se exhibe y transparenta el expediente laboral que debe obrar en la Oficialía Mayor de Gobierno a través de la Dirección de recursos humanos, la expedición como requisito mínimo de una constancia de no antecedentes penales para entrar a laborar, así como el examen de control y confianza donde el Estado como garante de la seguridad debe salvaguardar, observar y exigir a todos quienes ocupan esa alta responsabilidad de la seguridad pública, donde el más modesto policía hasta el cargo más alto porten con orgullo el uniforme y placa para salvaguardar el orden y la paz social y no se exhiban casos como el del extinto actor Octavio Ocaña que por ser figura pública, dejó al descubierto no solo el abuso de efectivos de una policía municipal sino los protocolos, capacitación, cadena de custodia y la responsabilidad ciudadana de quien pereció a causas hasta hoy públicamente desconocidas, es menester también por el tema delicado de repensar el papel del ejército mexicano en tareas de seguridad pública, la actuación del Tribunal Superior de Justicia (jueces y magistrados), conocer resultado de la Procuradora General de Justicia en el Estado, acciones de los Presidentes Municipales, perfiles de los Comisarios de las Policías Municipales y claro está, la participación de los ciudadanos como eje articulador para recomponer e hilvanar el tejido social en este Tlaxcala que insisto, siempre ha existido.

Luis Girón

Politólogo