16 Febrero, 2022

(Fabián Robles) Sergio González Hernández no salió indemne de su comparecencia ante quienes integran la LXIV Legislatura local, pero tampoco fue vapuleado ni noqueado como muchos apostaban y esperaban.

Con la experiencia que dan los años, el secretario de Gobierno echó mano de su oficio político, de su astucia , de mentiras –como afirmar que en Tlaxcala no hay delincuencia organizada- y hasta de su talante desdeñoso para responder a las preguntas que quiso, todo con el fin de salir bien librado de ese encuentro, luego de más de cuatro horas y con solo un receso de tres minutos, tiempo en el que intervinieron ocho mujeres y nueve hombres.

Gabriela Esperanza Brito, Miguel Ángel Caballero Yonca y hasta el “experimentado” exlegislador federal Rubén Terán asumieron con docilidad su papel de panegíricos. De ese tamaño su conformismo.

Otros, de plano, optaron por practicar el boxeo de sombra y se evidenciaron como son: remedo de diputados. En la lista anotemos a Lenin Calva, Vicente Morales Pérez, Marcela González Castillo, Alejandro Campech Avelar, Jaciel Hernández y Leticia Martínez Cerón.

Del panista José Gilberto Temoltzin y el perredista Juan Manuel Cambrón –bautizados como el dúo dinámico porque en las sesiones ordinarias casi siempre retoban de todo y por todo- se esperaba más, no tanto que llegaran al extremo de crucificar al funcionario o llevarlo al patíbulo, sino que en verdad cuestionaran y replicaran de manera contundente al funcionario. No lo hicieron y su actitud conformista fue decepcionante, más la del empresario textilero que la del otro.

Miguel Ángel Covarrubias –el sobrino incómodo de Sergio González- tiró la piedra y escondió la mano: él promovió la comparecencia, fingió ser enérgico al inicio de las intervenciones de los legisladores, pero terminó por caer en la lisonja barata y más tarde, aburrido de la perorata de su familiar, hizo lo que mejor sabe: abandonar el recinto legislativo, sin justificación alguna. Quizá se fue porque tenía una ingente necesidad de miccionar.

Como él, otros cuatro diputados dejaron la sesión extraordinaria que terminó sólo con la presencia de 20 de los 25 integrantes.

La priista Blanca Águila Lima fue la única que puso al secretario de Gobierno contra las cuerdas realmente, al grado que casi logra sacarlo de sus casillas con su acre intervención.

Fiel a su talante porril –aprendido como dirigente sindical- la exalcaldesa de Zacatelco cuestionó a Sergio González por no poner el cuidado debido para dar a Alfredo Álvarez la titularidad de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), pese a su oscuro pasado como policía federal que lo llevó a huir de Tlaxcala en noviembre pasado para no ser detenido por su presunta responsabilidad en un caso de desaparición forzada.

Águila Lima también criticó al secretario de Gobierno por “ocupar un cargo sin dar resultados; eso también es corrupción”.

Fuera de eso, el expanista oriundo de Texoloc –dos veces secretario de Gobierno, como le espetó en tono de burla el perredista Cambrón- capoteó con habilidad a diputados y legisladoras.

Ni siquiera se despeinó su añosa cabellera con el tema de la huida del exsecretario de Seguridad, ni con la escabrosa compra de software para intervenir teléfonos celulares de tlaxcaltecas “en caso de emergencia”. Con su script bajo el brazo, no se inmutó.

Incluso, Sergio González todavía se dio el lujo y tiempo de anunciar varias actividades que tiene el gobierno de Lorena Cuéllar para esta semana en materia de seguridad.

Al término de la comparecencia, un colega me compartió su opinión: “todo se trató de una obra de teatro bien montada”.

Y tiene razón, baste leer el boletín redactado por quien cobra como vocera del Poder Legislativo, cabeceado en estos términos: “Comparecencia del secretario de Gobierno se desarrolló según lo establecido en el acuerdo en el Congreso”. De lo anterior se colige entonces que Sergio González cruzó el pantano sin mancharse su gris plumaje.

En ese comunicado –de apenas cuatro párrafos, uno de los cuales contiene el nombre de los 17 diputados que intervinieron en la comparecencia- no se hace referencia a los dichos de legislador alguno.

Por cierto, el último párrafo de ese comunicado resulta ininteligible: “De esta manera se dio lugar al ejercicio democrático de manera histórica en Tlaxcala, el cual coadyuva de manera íntegra al fortalecimiento de las políticas y formas de su ejecución para el beneficio de las y los tlaxcaltecas, entre los tres poderes”.

¿Qué habrá querido decir Martita? Ojalá hoy mismo nos haga la traducción y nos explique qué quiso decir.