Por Andrea Denis

No lo cuente en voz en alta, pero en el sindicato de salud de Tlaxcala se está librando una batalla que se antoja de pronóstico reservado, pues está en futuro la permanencia, los derechos y las conquistas ganadas en años de lucha de más de 7 mil trabajadores del sector.

Y es que aunque lo quieran disfrazar con una supuesta federalización y universalización de los servicios de salud, lo que el gobierno federal quiere en contubernio con los gobiernos estatales emanados de Morena es darle la espalda a la base trabajadora y borrar de un simple plumazo todo lo que tenga que ver con ellos y su sindicato.

Tlaxcala siempre ha sido, históricamente, un estado progresista y una raza guerrera y combativa, por ello se entiende la defensa férrea que ha emprendido la Secretaria General de la sección 27 del SNTSA, Blanca Águila Lima, para, por un lado, informar a toda su base cuál es el verdadero meollo del asunto y, por el otro, defender con argumentos reales y la ley en la mano la permanencia del OPD Salud de Tlaxcala y que éste no sea reducido a un simple programa.

Ya lo han advertido varios medios, si el tema de salud ha sido un desastre a nivel nacional desde que llegó la 4T al poder por la falta de insumos, medicamentos, atención e infraestructura, en Tlaxcala las cosas no son las mejores. Y antes de pensar en entregar los servicios al gobierno de México, deberían poner orden y explicar con santo y seña cuáles son los alcances y las reglas de operación de este nuevo esquema de salud que no augura nada bueno.

Por ello es que, cómo explicamos líneas arriba, la lucha del sindicato no es solo para beneficio o posicionamiento de una sola persona, sino que está en juego el futuro laboral de miles de familias que si no lo defienden a tiempo, después puede ser muy tarde.

Ya veremos y comentaremos qué pasa.