En Morena, tenemos claro el compromiso del proyecto de la Cuarta Transformación para consolidar la justicia laboral en todo el territorio nacional, con acciones, programas y reformas que promueven el aumento de los salarios, las prestaciones y la seguridad social, en beneficio de las familias de las y los trabajadores de México.
Y este compromiso es tan real que ha pasado del discurso a los hechos.
Por ejemplo, el Gobierno de México acordó, por quinto año consecutivo, un aumento al salario mínimo para que quedara en 207.44 pesos este 2023.
Esto significa que, en lo que va del sexenio de la transformación, este nivel de ingreso se ha incrementado 135%, y el interés de nuestro presidente es que siga subiendo por encima de la inflación, como no sucedía en el pasado.
Además, al cierre del mes de marzo de este año, hubo una cifra récord en empleos: 21 millones 676 mil fuentes laborales, lo que significa un millón 147 mil 284 plazas más que en febrero de 2020, antes de la pandemia. Y por si fuera poco, el salario promedio de los empleos formales ascendió a 15 mil 969 pesos.
Otro ejemplo claro del cambio es el rescate de la Comisión Federal de Electricidad y de Petróleos Mexicanos, para que ambas empresas estén al servicio de los intereses del pueblo de México, así como de la productividad y el crecimiento de la economía nacional.
En este punto, es importante señalar que la noble determinación de nuestro presidente ha sido fortalecer la infraestructura estratégica del sector energético nacional, con presupuesto público, para dejar de comprar gasolinas en el extranjero y ser autosuficientes, sin que esto represente deuda pública.

No hay duda alguna que el Estado ha cumplido su palabra al promover el desarrollo nacional como lo demandaba el pueblo de México. Ha trabajado con sumo cuidado el avance de los tres motores fundamentales del crecimiento económico: el sector público, con austeridad y legalidad; el sector privado, dentro de los márgenes de la Constitución; y el sector social, con políticas públicas enfocadas a su bienestar, en beneficio de todos.
En este Día Internacional del Trabajo, recordamos el movimiento que iniciaron obreros de Chicago en 1886 para exigir jornadas laborales justas, días de descanso y otras prestaciones fundamentales. Pero también, que la transformación de México no se detiene, gracias a la fuerza de sus mujeres y hombres trabajadores.
*Dulce Silva Hernández.
Diputada federal.
Partido del Movimiento de Regeneración Nacional.