Por Dulce Silva
Acá entre nos… Este 15 de mayo, las y los mexicanos conmemoramos con gran reconocimiento el Día de las maestras y los maestros.
Se trata de una fecha de gran relevancia para la sociedad de Tlaxcala y todo México, porque en las manos del personal docente hemos puesto toda la confianza para formar buenas ciudadanas y buenos ciudadanos que hagan de nuestro estado y nuestro país la expresión de nuestros más altos anhelos.
La Cuarta Transformación ha cumplido el compromiso de dignificar la vida y el trabajo de las y los mentores a través de mejoras salariales. La asignación de más recursos en beneficio de trabajadoras y trabajadores del sector educativo es una realidad.
Y como representante de Tlaxcala en la Cámara Baja del Congreso de la Unión me sumo a la voz de las y los maestros de avanzar en la construcción de un sistema educativo que realmente contribuya a lograr una sociedad mejor, más justa, más humana y más fraterna.
Para ello es necesario que los actores políticos y sociales hagamos equipo con las y los formadores de las nuevas generaciones de mexicanas y mexicanos para garantizarles el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.
Desde la Cámara de Diputados, he puesto especial atención para que programas como La Escuela es Nuestra cuente con presupuestos adecuados para que cada plantel de educación básica tenga recursos para rehabilitar infraestructura y mobiliario, ampliar horarios y brindar servicio de alimentación a estudiantes.
He respaldado la labor transformadora del jefe del Ejecutivo federal para mantener y aumentar las becas desde preescolar hasta doctorado, pero también he estado pendiente de las solicitudes de apoyo que diversas instituciones educativas del estado nos han presentado para darles puntual atención.
Realmente ha sido para mí una satisfacción enorme entrar a las escuelas, convivir con alumnos, platicar con madres y padres de familia, y manifestar mi disposición de hacer equipo con maestras, maestros y directivos, para que las instituciones educativas de Tlaxcala cuenten con mejores condiciones para hacer que nuestras niñas y niños, y nuestros adolescentes, cuenten con las condiciones necesarias para que puedan cumplir sus sueños de realización profesional.
Hoy quiero felicitar a las mujeres y los hombres que hacen posible que la educación sea el principal pilar del desarrollo de Tlaxcala y de México.
Quiero manifestarles mi profunda admiración y reconocimiento por ejercer su vocación con entrega y responsabilidad.
Qué orgullo contar con su ejemplo y dedicación en las aulas, donde las semillas del conocimiento germinan en las personas y fructifican a favor de nuestra sociedad.
A nombre de las y los tlaxcaltecas, quiero agradecerles que mantengan vivo el espíritu de la educación, tan necesario siempre para la reconciliación, la unidad y la transformación del Pueblo de México.
Y por supuesto, celebr0 el renacimiento de la democracia en la vida sindical, particularmente en el magisterio, donde las voces vivas de las bases son fundamentales para darle rumbo y porvenir a este importante sector.
Saludo a las maestras y maestros tlaxcaltecas, y a sus representantes sindicales. Que este 15 de mayo sea un momento memorable para revindicar su lucha, y renovar su alianza con la sociedad.
*Dulce Silva Hernández.
Diputada federal.
Partido del Movimiento de Regeneración Nacional.