Desde Tlaxcala alzamos la voz por millones de trabajadores que, cada diciembre, esperan con ilusión su aguinaldo. Ese ingreso no es un obsequio ni un bono adicional: es el resultado de un año de esfuerzo, de largas jornadas y sacrificios que muchas veces pasan desapercibidos.
A pesar de ello, el gobierno federal continúa aplicando descuentos por el Impuesto Sobre la Renta (ISR), reduciendo el monto que las familias reciben justo en la temporada en que más lo necesitan.
Desde Acción Nacional decimos con firmeza: basta de castigar el trabajo. El aguinaldo es un derecho ganado, no un privilegio, y no debe seguir tratándose como si fuera un ingreso extra sujeto a impuestos.
Por eso, respaldamos completamente la iniciativa impulsada por nuestras diputadas y diputados federales del PAN para que el aguinaldo llegue íntegro al bolsillo de las y los trabajadores. La propuesta busca reformar las leyes fiscales y laborales, eliminando el cobro de ISR sobre el aguinaldo, tanto en el sector público como en el privado.
Casi 4 de cada 10 trabajadores en México viven en pobreza laboral, y una cuarta parte gana menos de dos salarios mínimos. A ellos también se les descuenta el aguinaldo. ¿Puede alguien considerar eso justo? El trabajo debe reconocerse, no penalizarse.
Liberar el aguinaldo del ISR tendría un impacto inmediato en la economía familiar: ayudaría a solventar los gastos de fin de año —ropa, alimentos, regalos o deudas— y además impulsaría el consumo local, fortaleciendo comercios, servicios y empleos en nuestras comunidades.
No se trata de una propuesta política, sino de justicia laboral. El aguinaldo es un reconocimiento, no un salario más. Quien ha pagado impuestos todo el año merece disfrutar íntegramente lo que ha ganado con esfuerzo.
Desde el PAN Tlaxcala, reiteramos nuestro compromiso con las y los trabajadores. No pedimos privilegios, exigimos equidad fiscal y apoyo real a las familias mexicanas. Queremos un país donde el trabajo digno sea valorado, donde el esfuerzo se premie y no se castigue con más impuestos.
Porque trabajar debe valer la pena.
