A nivel nacional hay una figura que juega con el concepto de ‘opinión pública’, asociándolo con la reputación, y lo sabe hacer bien, aunque cada día hay más desencanto hacía su persona, y pese a eso, le alcanzará para mantener el poder.
En Tlaxcala, tenemos una gobernadora que se maneja como la más votada en las últimas elecciones y que también le apuesta a la confianza ciudadana ganada en las urnas y una reputación construida durante el trayecto de su vida.
Ahora, la pregunta es: ¿Cómo maneja o dosifica su reputación la gobernadora?
Lorena Cuéllar ha entrado al tercer año de su gobierno con una serie de cambios, sobre todo en dos áreas consideradas vitales como es la comunicación y la política.
Aun sin anuncio oficial de por medio, la gobernadora Lorena Cuéllar removió de la titularidad de la Coordinación de Información y Relaciones Públicas a Angélica Domínguez Hernández y su lugar será ocupado por Augusto Ramírez, quien fue Director de Información en la administración de Alfonso Sánchez Anaya, subordinado de Alfonso Brito, quien fungió como vocero del entonces gobernador.
El mensaje es que esta área fue entregada al grupo de Alfonso Sánchez Anaya y se espera un viraje en la política de comunicación social, pues quienes acompañaron a la morenista desde campaña y ahora en el primer tramo de gobierno, fueron relegados a espacios de menor envergadura.
¿Qué llevó a la gobernadora a esta decisión de cambiar a su vocera?, solo ella lo sabe.
¿Qué espera con este cambio?, también solo ella lo sabe.
¿Espera un cambio haciendo lo mismo, o de verdad un cambio profundo en la estrategia de comunicación?, solo ella lo sabe.
No tengo mayor referencia sobre el trabajo y la operatividad del nuevo vocero, más que su desempeño en los últimos años con el gobierno de Sánchez Anaya donde llegó junto con su jefe Alfonso Brito al último tercio de la administración, misma que concluyeron. El estilo era diferente, más lineal con los directivos de medios de comunicación y sin la explosión de las redes sociales.
Me imagino que trae bajo el brazo una estrategia de comunicación interna y externa, que recibió el visto bueno de la mandataria local, quien decidió el relevo, por lo que primero es sano darle el beneficio de la duda, y sobre la marcha evaluar el trato con medios de comunicación y poder otorgar un punto de vista más completo sobre su trabajo profesional.
Lo único cierto es que la gobernadora tiene su propio estilo de comunicar, y habrá que esperar a ver si compagina con el del nuevo portavoz.
Lo que se estila es que haya ritmo en la comunicación social de una gobernadora que ha sufrido con diversos temas que han marcado su gestión.
Y basta recordar de forma somera, el tema de la terraza-bar del Museo de Arte de Tlaxcala, donde algo trivial, pero desde la aparición de la foto cortando el listón en pleno ascenso de los casos positivos de Covid, gráficas con cientos de asistentes sin las debidas medidas de seguridad o clausura de antros, rompió el discurso de las propias medidas sanitarias adoptadas por su administración.
Otro tema que evidenció la novatez en el juego del prestigio, fue la falta de transparencia de su Secretario de Educación, luego del accidente ocurrido donde perdió la vida un trabajador del sector educativo, y siete maestras resultaron lesionadas.
Otros casos como la escapada del secretario de seguridad, y la salida de otros titulares y encargados, hasta la cifra de siete al mando.
El helicóptero para los cuates, como la priista Linda Marina Munive, hermana de quien hoy funge como titular de la Secretaría de Movilidad; los gritos de manifestantes en el evento de AMLO, el mal manejo de sus funcionarios en los despidos de burócratas, entre otros, que ganaron presencia sobre los actos positivos.
Lorena Cuéllar no requiere utilizar su reputación como instrumento de presión para obligar a otros actores del sistema político a conducirse de la manera que ella quiere, sino mejorar el manejo de la opinión pública, ahí es donde debe poner atención.
Un dato más: La construcción del C5i se supone que es una gran obra de alto impacto social en la gestión lorenista, pero en diversas encuestas no es percibida, más bien ligan a la gobernadora con el tema de hospitales, lo que evidencia el error en materia comunicativa.
Tiene aún casi cuatro años para convencer de que sí hay un antes y un después con su llegada al Gobierno de Tlaxcala.
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LA CAMINERA…El primer encargo… Para quienes ahora van a manejar la comunicación gubernamental es el relevo que viene en la Secretaría de Gobierno, luego que su titular tiene que dejar el cargo en el último día de octubre pues, si no hay cambios de última hora, se prevé que en las próximas semanas arribe al puesto el actual Secretario del Medio Ambiente, Luis Ramírez Hernández.
En la polémica están las reformas, adiciones y derogaciones a la Constitución Política del Estado de Tlaxcala, que eliminan candados como ser tlaxcalteca para poder ser titular de la SEGOB, y que dejaría libre para que cualquier persona de otro estado llegue.
Ahora solo resta que se apruebe en los cabildos y al tener la votación acordada, pues el camino queda libre.
¿Cuál será la percepción social?
Ahí, la primera chamba.
Si será Ramírez Hernández.
¿Cómo manejar el tema del deudor alimentario?
Dos áreas vitales: La comunicación y la política estarán en juego.
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AHORA, SI LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...¿En duda? Arturo Lucio Salas Miguela, el nuevo titular del Órgano de Fiscalización Superior todavía no rinde protesta y ya le sacaron temas de su pasado, pues de acuerdo al portal Gente TLX, la Coordinadora Nacional de la Sociedad Civil denunció una probable ‘corrupción’ por daño patrimonial del ahora electo titular del OFS, cuando fue tesorero municipal en el municipio de San Pablo del Monte.
Durante su gestión, entre 2018 y 2021, se le observó un gasto irregular en obra pública, como en el recurso público a diversos capítulos por 37 millones de pesos. ¿Órale¡