Pese a que el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tlaxcala mantiene una ventaja amplia en las preferencias electorales rumbo a la gubernatura de 2027, hay datos que encendieron los focos rojos en el búnker lorenista y morenista.

Durante cuatro años, Morena parecía invencible en Tlaxcala, pero las encuestas de septiembre de 2025 de la casa encuestadora Impulso Mercadológico revelan algo que no se veía desde hace tiempo: la curva descendente de una fuerza política.

En la identificación partidaria, Morena cayó del 45.45 % en septiembre de 2024 al 33.78 % un año después, lo que representa más de once puntos menos. Pero en la intención de voto efectiva para gobernador, el desplome también se refleja: pasó de 47.14 % en septiembre de 2024 a 36.91 % en septiembre de 2025. Es decir, perdió más de 10 puntos en un año, mientras sus adversarios comienzan a reacomodarse en el tablero político.

El PRI, que parecía un partido testimonial, subió de 5.14 % a 13.52 %; el PAN creció de 7.14 % a 12.23 %; y hasta Movimiento Ciudadano avanza lentamente, llegando a 4.58 %, cuando hace un año no superaba el 3 %.

Mientras tanto, el grupo de los “sin partido” también crece, superando el 9.8 %, reflejo del hartazgo ciudadano ante las mismas caras, los mismos discursos y los mismos errores.

Morena ya no representa la ola de esperanza que movilizaba plazas enteras. Hoy enfrenta el desgaste natural del poder y el peso de sus propias contradicciones. Entre pleitos internos, funcionarios grises y una narrativa que suena cada vez más repetitiva, el partido que prometió transformar al país enfrenta su primera crisis real: la pérdida de credibilidad, lo que considera un gran reto para la dirigencia estatal.

En Tlaxcala, donde la 4T presumía disciplina, la fractura es evidente. Los nombres pesan más que las ideas. Los grupos del «Lorenismo» y el «Riverismo» ya mueven sus piezas rumbo a la sucesión, mientras la ciudadanía, cansada de los mismos rostros, empieza a mirar hacia otro lado.

Y ahí están los números: el PAN y el PRI, por pequeños que parezcan, ya suman juntos más de 25 puntos, cifra que hace un año parecía imposible, aunque sus diferencias parecen insalvables y es una misión imposible que vuelvan a aliarse.

Morena vive lo que todo partido gobernante teme: la desilusión de los suyos.

Los que antes gritaban “¡Es un honor estar con Obrador!” ahora murmuran que no todos los que llegaron merecían llegar, en la bautizada oligarquía del poder que gobierna Tlaxcala.

En Tlaxcala, la gobernadora enfrenta una crisis de percepción de inseguridad que derrumba la narrativa del “estado más seguro del país” y domina cualquier acción relevante que pretenda su administración.

A ello, se suma un gabinete foráneo que se ha vuelto un lastre para la marca morenista: pese a ocupar las secretarías más importantes, como SeGOB y la Secretaría de Seguridad, los resultados no llegan. No hay operación política y no hay contención ante la delincuencia.

Aún falta para 2027, pero la tendencia ya se dibuja con claridad. Morena tendrá que decidir si corrige el rumbo o si se convierte en víctima de su propio exceso de confianza.

Tendrá que elegir un candidato o candidata que sume y no que reste, y ahí vendrá la prueba de fuego.

El reto está en manos de la actual presidenta Marcela González que partido va a entregar.

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LA CAMINERA...La polémica cultural…El reclamo público de Willebaldo Herrera Téllez hacia la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros por su exclusión en los festejos de los 500 años de Tlaxcala encendió un nuevo episodio de confrontación en el ámbito cultural del estado.

Tras su carta abierta, donde el historiador lamentó no haber sido reconocido como impulsor original de esos festejos, la directora del Museo Miguel N. Lira, Gabriela Conde Moreno, respondió con dureza desde sus redes sociales, calificándolo como un personaje “macho y nefasto” para la cultura tlaxcalteca, y recordando acusaciones pasadas de acoso, robo de acervo y sobreprecios en publicaciones.

Lo cierto es que el ex titular del entonces ITC parece que pateó la caja de pandora, pues dicen que sigue el expediente abierto del presunto robo del acervo de Miguel N. Lira, factura de hasta condones, plagio de textos, entre otras cosas.

Veremos en que queda esta historia en la Nueva Historia y la respuesta del señor Herrera.

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AHORA SÍ, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS..La ironía de la confianza…Según la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2025, los tlaxcaltecas tienen claro en quién confían: el 91.5 % de la población dice tener “mucha” o “algo” de confianza en la Marina, la institución mejor evaluada en materia de seguridad.

Le siguen el Ejército y la Guardia Nacional, mientras que la Policía Estatal y Municipal aparecen con niveles de confianza mucho menores. Por otro lado, los jueces encabezan la percepción de corrupción, con un 75.7 %.

El contraste es inevitable: Tlaxcala tiene hoy como titular de la Secretaría de Seguridad a un marino, Alberto Perea Marrufo, y sin embargo, la percepción de inseguridad sigue siendo alta. El 54.4 % de los habitantes considera inseguro vivir en su entorno, y el 83.9 % se siente vulnerable en cajeros automáticos.

La encuesta también revela que la inseguridad sigue siendo el principal problema del estado (75.6 %), por encima de la salud y de la falta de castigo a los delincuentes.

En resumen: los tlaxcaltecas confían en los marinos… pero siguen sintiéndose inseguros.

¡Que alguien me explique!