Fabiola MÁRQUEZ/Fue uno de sus últimos eventos como alcalde de Apizaco, pues el pasado dos de junio no logró la reelección en las urnas, y en próximas semanas tendrá que entregar el poder al morenista Javier Rivera.

Pero no fue cualquier acto, sino el 43 aniversario luctuoso de Emilio Sánchez Piedras, el ex gobernador que impulsó el progreso y la transformación de Tlaxcala, el cual se convirtió en el escenario de los panistas para despedirse del último de sus bastiones en la entidad que gobernaron por más de 17 años.

Ahora no estuvieron los discípulos de Emilio Sánchez Piedras como los ex gobernadores Mariano González Zarur y Beatriz Paredes Rangel, ni siquiera la gobernadora morenista Lorena Cuéllar hizo acto de presencia.

Ahora, fueron los panistas que cobijaron a uno de los suyos en su despedida, y ahi estuvo la presidenta del PAN, Miriam Martínez Sánchez, acompañada del secretario general, Charlie Quiroz.

Al pie del busto de Sánchez Piedras, en un discurso cargado de emoción, mientras sus colaboradores soltaban alguna lágrima y algunas mujeres ya mayores le gritaban «Te amamos Pablo», el panista reconoció su derrota y deseo el mejor de los éxitos al morenista que lo sucederá en el cargo Javier Rivera Bonilla, además, dijo que deja un municipio con finanzas sanas, sin deudas, con avances sociales y en infraestructura.»Aprovecho este momento para desearle al alcalde electo el mayor de los éxitos. Si le va bien a él, nos va bien a todos los apizaquenses», detalló.

Nostálgico, agradeció a sus críticos y adversarios políticos por fortalecer su temple a partir de los señalamientos, envidias y rencores, no obstante, los amenazó con volver a la escena política para cobrar revancha y para ello, rememoró al poeta Antonio Machado, «Caminante no hay camino, se hace el camino al andar».

En una ceremonia cargada de simbolismo y emociones, Badillo descendió del «último escalón» del brazo de su madre, un gesto que reflejó la mezcla de gratitud y nostalgia por los años de servicio. La presencia de su mamá, añadió una capa de humanidad y calidez, subrayando que, más allá de la política, estos momentos son también profundamente personales y familiares.

El evento estuvo lleno de momentos conmovedores, con Badillo recibiendo aplausos de los asistentes y palabras de agradecimiento de sus colaboradores y ciudadanos.

«A punto de culminar estos tres años de gestión, me siento profundamente honrado de presentar ante ustedes los frutos de nuestro esfuerzo conjunto que se encuentran a la vista de todos. Obras y acciones que no solo dan otro rostro a nuestra ciudad, sino que también representan un avance tangible en nuestro camino hacia el progreso. Atendimos sin distingos a los ciudadanos, sin sesgos políticos, ni filias ni fobias. Actuamos con madurez y categoría política, y aquí muchos no me dejarán mentir. Fuimos un gobierno de puertas abiertas y eso me permite hoy entregar un municipio que goza de estabilidad y gobernabilidad, cosa que no se había visto en años», presumió.

Prosiguió, «A mis hijas, mil disculpas por mis ausencias. A todas y todos, como dijera Gustavo Cerati, gracias, totales. Dice un adagio oriental: Ojalá te toquen vivir tiempos interesantes. Y vaya que me han tocado muy bien. Quiero agradecer a Dios, a la vida y a los apizaquenses, el enorme honor de ser su presidente municipal. Me entregué para esta encomienda en lo más profundo de mi ser. Me entregué para  todo mi corazón. Todas las decisiones que tomé fueron buscando el bien común de todas las personas. Cada determinación fue buscando el respeto a la dignidad de la persona humana, que son los pilares y valores humanistas que profeso y que me enseñó Acción Nacional».

¿Qué le dirías a las Apizaquenses?

-Gracias, gracias totales, gracias totales. Estoy muy agradecido con ellos, lo dije hace rato a mis adversarios, gracias también, porque gracias a ellos me dieron temple. Me dieron lecciones de aprendizaje, me dieron experiencia. No me voy con ningún rencor, sino al contrario, lleno de felicidad y agradecimiento.