La mayoría de ponentes en la Cumbre Mundial de Comunicación coincidieron en algo, el PAN y el PRI se reconstruyen o desaparecen como el PRD.
Roy Campos presentó números que vaticinaban el fracaso en las urnas, pero sobre todo el distanciamiento de la candidata presidencial de los panistas y priístas. Muchos de estos votaron por los abanderados de sus partidos a otros puestos de elección popular, pero se fueron con la morenista Claudia Sheimbaun en la presidencial.
Y Tlaxcala no fue la excepción.
Mucho tiene que trabajar el Partido Acción Nacional (PAN) para volver a ser opción ante el electorado. No se ve que pueda hacerlo en las elecciones intermedias federales de 2027 y eso, irremediablemente, le pegará en lo local con la elección de la gubernatura, los 60 ayuntamientos y la renovación del Congreso del Estado.
¿En el caso de Tlaxcala qué tendría que hacer para nuevamente estar en competencia y remontar el quinto lugar que ahora mismo tiene después de los comicios del pasado 2 de junio?
En primer lugar, reconciliarse. Cerrar las heridas que siguen abiertas entre la militancia después de la última derrota electoral, conciliar internamente con los grupos y buscar otra vez convertirse en opción de gobierno. Se dice fácil, pero de ninguna manera lo es.
Buscar nuevas figuras ciudadanas que respondan no a los intereses partidistas, sino a los de la sociedad. Ahí, está el caso del candidato a la diputación local del distrito nueve, Rafa Torre que lleva dos derrotas consecutivas. Una con Fuerza por México y otra con la fallida coalición PAN-PRI. Al empresario le pasó como a la selección mexicana, fue un fracaso total. O cómo dejar de mencionar al abanderado al municipio de Huamantla, Nacho Ramírez, otra rotunda decepción en las urnas.
Por lo pronto, este fin de semana en la Ciudad de México, el pleno del Consejo Nacional aprobó la integración de la Comisión encargada del proceso de Renovación de la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional panista. Se manejan los nombres de Jorge Romero, Adriana Dávila y Damián Zepeda
Lo interesante será conocer el método de elección; si es por militancia, ¿qué tan legítimo es el padrón cuando muchos militantes apoyaron a otros partidos en Tlaxcala?
Vimos personajes apoyando al PT, militantes siendo candidatos en el PRD, situación que se ha presentado desde la elección pasada.
Recordemos tan solo a Miguel Ángel Polvo, que por cierto ya fue expulsado, o la mas reciente, la presidenta del PAN en Huamantla que su sumó abiertamente a la campaña del ecologista Chava Santos, por lo que ya se encuentra en proceso de expulsión.
¿Qué militancia elegirá a la nueva dirigencia? ¿Militantes 100% o panistas de ocasión?
Por otro lado, si se decide que sea por consejo, como anteriormente se llevaba a cabo, que pensará el grueso de la militancia. Evidentemente esta comisión tiene una gran tarea y la primera es dar garantías de que el proceso sea equitativo, imparcial y apegado a la legalidad, ¡nada sencillo!
¿Le alcanzarán a Adriana Dávila sus cartas, sobre todo en Tlaxcala?, ¿qué peso tendrá la voz de Damián Zepeda al pedir que la elección se abra a la ciudadanía?, y ¿de qué manera afectará a Jorge Romero, del grupo de la CDMX, quien se dice cuentan con la preferencia, su cercanía con Marko Cortés?
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LA CAMINERA...¿Simpatías? ¡Vaya! que las pasiones por la renovación de la dirigencia nacional se comienzan a notar en Tlaxcala.
Será importante ver cómo se mueven los personajes locales panistas, porque eso nos dará una ruta de los grupos que se formen o alianzas para sacar un candidato o candidata a la próxima dirigencia estatal.
¿A quien apoyarán Pepe Temoltzin, Lilia Caritina Olvera, Carlos Carreón, Julio César Hernández, Pablo Badillo y su mermado grupo Apizaco, o el grupo Apetatitlán y la dirigencia estatal?
Lo curioso, es que en una encuesta nacional en redes sociales, Noemi Rivera, suplente de Mariana Jiménez Zamora, y esposa de Julio César Hernández, le da su apoyo a la tlaxcalteca Adriana Dávila, lo cual habla bien del respaldo a su paisana, pero abre la interrogante si el ex alcalde de Apizaco ya no simpatiza con Marko Cortés, pues el gallo de éste se llama Jorge Romero y no tiene perfume de mujer. ¿A no ser que jueguen a doble banda?
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AHORA SI, LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS...¿Una nueva coalición? Suena muy descabellada, pero ante los malos resultados de la alianza PAN-PRI en las dos últimas elecciones en Tlaxcala, no se descarta que el albiazul vaya solo o busque nuevos aliados.
Se imagina una alianza PAN-MC en el estado.
Suena complicado ante la proclividad de MC de ir solos siempre, pero las dirigentes locales de ambos partidos tienen una gran cercanía y amistad y algo puede surgir. Al tiempo.