A partir de 1999, la Organización de las Naciones Unidas conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, día que simbólicamente rechaza lo sucedido el 25 de noviembre de 1960, cuando el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, considerando que las hermanas Mirabal constituían un peligroso grupo opositor, ordena su asesinato.
Como el caso de muchas mujeres, el asesinato de las tres hermanas de República Dominicana, quedo impune, pero permanecerá en la memoria social para exhortarnos a rechazar cualquier tipo de violencia, a alzar la voz siempre y a defender la dignidad humana por encima de lo que sea.
El actuar de las instituciones públicas, a través de las políticas públicas y programas que implementan, así como los valores y principios con los cuales se conducen, expresa el conocimiento y la sensibilidad ante los derechos humanos que existe en cada una de estas, en específico pensemos en el derecho a una vida libre de violencia. Para relacionar el ejercicio de rendición de cuentas, sería importante que reflexionemos y nos respondamos a nosotras mismas los cuestionamientos siguientes: ¿consideran que las instituciones en nuestro país trabajan para eliminar la violencia de género o no es de su interés, que hasta la propician y generan?, ¿has sufrido algún tipo de violencia solo por el hecho de ser mujer?,
¿consideras que nuestros actuales representantes y las personas que se desempeñan en cargos públicos han implementado acciones para edificar relaciones igualitarias entre los géneros?.
De acuerdo con información de ONU Mujeres, menos del 40 por ciento de las mujeres que experimentan violencia buscan algún tipo de ayuda y en la mayoría de los países para los que existen datos disponibles sobre esto se constata que, entre las mujeres que buscan ayuda, la mayoría acude a familiares y amistades; un porcentaje mínimo recurre a instituciones formales y menos del 10 por ciento de quienes buscan ayuda, acuden a la
policía.
La desconfianza en las instituciones, siempre nos motivará a ser parte de la cifra anterior, sin embargo, es importante estar informadas y hacer todo lo que esté a nuestroalcance cuando observemos o vivamos una situación de violencia de género, porque el primer paso para erradicar esta violencia que no solo lastima, si no mata, es reconocerla.
Por otra parte y por el tema que decidí plantearles respecto a la rendición de cuentas, la cual será una herramienta útil si así lo decidimos, comparto con Ustedes, que la lista nominal de nuestro Estado indica que 946,349 personas están en posibilidades de votar en las próximas elecciones, de esta cifra: 447,979 son hombres y 498,379 son mujeres. Si en su mayoría el electorado somos mujeres, sería congruente que los partidos políticos se pronunciaran con acciones para coadyuvar a eliminar la violencia de género, no deberán ser las únicas, pero habrá que darle seguimiento a cada paso, a cada acto y a cada voto emitido u omitido en el pleno del Congreso del Estado, porque esa es la información que nos permitirá sancionar.
La agenda 2030 en su Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5, insta por consolidar la igualdad de género, sin embargo entre la nula actividad, la simulación o el desinterés, de acuerdo con datos de Naciones Unidas se proyecta que este ODS podría ser una realidad en 180 años.
Actualmente, a pesar de los importantes avances que existen en la normatividad, podemos decir a través de nuestras propias historias que el machismo y la misoginia ha permeado con insultante fuerza en las instituciones, por ello sigamos observandolas y alzando la voz, usemos nuestro derecho de acceso a la información para monitorear sus acciones, seamos las más sororas entre nosotras y nunca renunciemos a nuestra dignidad
humana, esa no es negociable y ¡qué tiemblen, qué tiemblen los machistas…!